Villarrica. Nino Silguero Rodas, corresponsal.
El juicio oral y público que juzga el supuesto asesinato doloso de la joven universitaria Teresa Edith Lichi Rivero, en Villarrica, nuevamente tuvo una suspensión en la jornada de este viernes.
La suspensión se debe a que los jueces que integran el Tribunal de Sentencia -titulares y suplentes- estarían sobrecargados de trabajos en sus respectivos despachos.
El abogado de la querella adhesiva, Angel Ruiz Díaz, manifestó que también sus colegas que litigan en el juicio, el público y los propios magistrados están agotados debido al desarrollo de este juicio oral que se inició el 6 de junio pasado y lleva más de 30 días.
"Nosotros celebramos que el presidente del Tribunal de Sentencia haya tomado esta determinación a fin de relajarnos y volver el lunes 11 de julio con todo para el siguiente tramo del juicio oral y público. Ya se han leído todas las documentales, estamos avanzando muy rápido y entre el martes o miércoles podríamos ya tener la declaración del acusado (Guillermo Saúl Duarte) y luego se entra en la etapa de los argumentos finales", explicó el profesional.
Además de las declaraciones de los peritos, testigos y las lecturas de las pruebas documentales que en total fueron 83 prácticamente, ya ingresaron todos, agregó Ruíz Díaz.
El juzgamiento del supuesto asesinato de Teresa Edith Lichi Rivero está a cargo de un Tribunal de Sentencia está presidido por los abogados Paternio Vera (presidente) e integrado por los abogados José Dolores Benítez y Nancy Roa como titulares, suplentes Claudia Mosqueira, Derlis Duarte y Vanessa Miño, respectivamente.
En este juicio oral y público está siendo juzgado como único supuesto responsable del homicidio doloso la ex pareja de la víctima, Guillermo Saúl Duarte.
Según la investigación el hecho, tuvo su inicio el 17 de abril del 2012 cuando Techi salió de la casa de sus padres en Coronel Martínez con destino a la Universidad Católica de Villarrica donde cursaba la carrera de Fisioterapia.
Al medio día se habría encontrado con su entonces pareja sentimental y nunca más se supo de ella. Sin embargo, en julio de ese mismo año en la zona de Ñumi, a unos 25 kilómetros de Villarrica, se encontró un pedazo de cráneo que los peritos concluyeron perteneció en vida a la infortunada mujer.
El acusado de ser hallado culpable corre el riesgo de ser sentenciado a 30 años de cárcel.