Por Laura Morel

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Cuatro años atrás, cuando fue confirmada su presencia en Londres 2012, ella ya sabía que los próximos Juegos Olímpicos se llevarían a cabo en Río de Janeiro, la ciudad a la que se había mudado para estudiar y competir por el Botafogo.

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Fue a Inglaterra con la ilusión de realizar su mejor presentación. Terminó nada menos que entre las veinte mejores del mundo, además de haberse posicionado como la mejor sudamericana y la de mayor destaque entre los atletas que representaron a Paraguay.

Cuatro años después, Gabriela Mosqueira está a semanas de competir en la edición de los Juegos Olímpicos que la hacen levantar con una motivación distinta todas las mañanas y sobre la que dijo ¡Yo realmente necesito estar en estos Juegos!", apenas se enteró de la elección de la "cidade maravilhosa".

"Esta vez es mucho más especial por dos motivos: Primero, porque es mi segunda experiencia; segundo, porque es en Río, en una pista en la que estuve cinco años entrenando. Tengo un sentimiento especial por correr ahí. Desde que supe que iba a ser en Río me levanto todos los días con esa ilusión", confiesa.

La experiencia de codearse con las mejores del mundo en Londres hace que Gabi llegue "mas tranquila" y afronte "de manera más fría la competencia" en Brasil, detalle no menor para quien, por haber sido bastante hiperactiva de niña tuvo que buscar una actividad en la que pudiera gastar tanta energía acumulada. Fue así que llegó al remo, deporte que era practicado por su hermana.

Las ventajas de ser "local"

Insistir en el hecho que hará "de local" en Río no es una exageración cuando la cuatro veces campeona sudamericana explica: "Mi deporte es muy particular. Entonces, se puede decir que voy a competir de local porque cuenta mucho conocer el lugar, las aguas del lugar".

"Ya tengo esa memoria muscular. Memoria de sensación de lo que es el agua, el 'peso' del agua, y también se te acortan mentalmente la distancia. Puedo cerrar los ojos y sé exactamente donde estoy", detalla, acotando que "el hecho de que sea en Brasil es fantástico porque se van a ir mis padres, mi novio, la familia de mi novio, mis amigos y toda la gente que tengo allá".

Juntos, Arturo y Gabi representarán al remo paraguayo en los Juegos Olímpicos. Foto: Agustín Acosta.

Es que para Gabi no es ninguna novedad competir en Río rodeada de compatriotas. "Hay una asociación de paraguayos, son bastante, e iban a apoyarme a algunas regatas estaduales. No tengo duda que esa gente va a estar ahí apoyándonos con todo", comenta quien esta vez tampoco estará sola en lo que a su deporte se refiere.

"Eso es positivísimo, es todo un logro para el remo nacional. Estar con un compañero (Arturo Rivarola) nos da también esperanza, así como mucha ilusión a las nuevas generaciones, de que realmente esto va mejorando y puede avanzar todavía más", entiende.

Con el suegro en la Villa

Además del colega Rivarola, entre los demás integrantes de la delegación paraguaya está alguien que, sin duda alguna, hace que se añada otro "toque especial" a la experiencia de Gabriela Mosqueira en estos Juegos Olímpicos.

Ante la consulta obligada, ella sonríe y reconoce que más que "un toque especial", en su estadía por la Villa Olímpica y otros escenarios a los que solo pueden acceder los atletas (por ejemplo, en el estadio Maracaná para el desfile inaugural), sentirá que tiene custodia especial.

A paso firme, con la seguridad y tranquilidad de conocer las aguas de Río. Así llega Gabi. Foto: Agustín Acosta.[/caption]

"Digamos que va a estar ciento por ciento con los ojos puestos en mí. Digamos que me va a cuidar demasiado ya, para no decir 'controlar'", comenta entre risas al referirse a su suegro Paulo Reichardt, que competirá en la modalidad de tiro.

Lecciones de remo

En marzo pasado, Mosqueira y Rivarola compitieron en el Preolímpico de Chile, donde informativamente hablando se registró un hecho que ella calificó "como un nocaut", pues al no haber clasificado para las finales principales, la prensa deportiva nacional anunció que ambos habían quedado fuera de toda posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos.

"No se puede culpar ciento por ciento al periodismo deportivo (de la desinformación). Por supuesto, hay fallas que nos bajonean, porque estábamos con la esperanza del día siguiente, y recibir esa noticia fue muy duro. Pero hay que distribuir la culpa, porque son muchos detalles y nuestro deporte todavía no es masivo. De repente no es tan fácil entender algunas reglas y eso es lo que pasó", considera.

En ese sentido, Gabi acepta el desafío de explicar a una afición tan futbolera como la paraguaya, lo que básicamente debe saber sobre el remo y su prueba: "¿Lo básico? Son 2.000 metros en todas las categorías y edades. Yo voy a competir en la categoría abierta, en la que no hay límite de peso y donde te podés encontrar con una mujer de 80 kilos y 1,90, que saca ventaja porque rema más largo, tiene más fuerza y potencia".

"Digamos que es un poco más difícil para mí, que soy peso ligero (límite de 59 kg). Entonces, tengo que compensar. No es excusa, porque en Londres fue igual. Pero sepan que es bastante duro, porque la gente piensa 'vamos a pelear por la medalla', y en realidad sería bueno educar y decirles que cuesta mucho y es un proceso de 10-20 años y que podés remar hasta los 40 y un poco más. Estamos en camino, pero todavía no les puedo prometer que voy a traer la medalla", agrega.

La presión de ser Top 20

Gabi tal vez no pueda prometer una presea olímpica, como bien lo dice, pero no por eso deja de sentir presión ante lo que se viene. Sobre todo, cuando se sabe que llega a Río como una de las 20 primeras clasificadas en los Juegos Olímpicos pasados.

"Nunca se deja de sentir presión. Ya sea en una regata nacional o una internacional, siempre hay un pequeño nervio. Eso es algo que venimos manejando hace años", indica, reconociendo que lo hecho en Londres 2012 genera "toda una presión y responsabilidad para mí, pero tengo mucha fe en que me estoy preparando para ese momento".

Por último, recuerda que cuatro años atrás había dicho a sus compatriotas que en cada brazada llevaría consigo "a los 7 millones de paraguayos". Hoy, la atleta que le dio a Paraguay su primera medalla de oro a nivel de Sudamericano Mayores de remo, renueva dicha promesa, porque se siente todavía más respaldada.

"Ya tengo más gente. Somos 8 millones, así que gracias porque tengo más fuerza", resalta con una sonrisa de satisfacción. "Sinceramente, es demasiado importante para nosotros sentir el apoyo. Es bueno sentir ese aliento y que todo un país está atrás de tu resultado. Eso realmente es súper positivo para nosotros. A la hora de la verdad, vamos a tener eso en cuenta y vamos a estar tranquilos y felices de poder llevar la bandera paraguaya en la competencia".

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