La lucha por comida ha comenzado en Venezuela. Cualquier día, en ciudades a lo largo de esta desesperada nación, multitudes hacen fila para los supermercados. Manifestantes toman las calles por el alza de precios y la escasez de los insumos básicos.

Los mejor posicionados económicamente improvisan y compran comida online que llega desde Miami. Las familias de clase media lo hacen con menos: café sin leche, sardinas en lugar de un bife, dos comidas diarias en lugar de tres. Los pobres arrancan mangos de los árboles y contrabandean para sobrevivir, publicó The Washington Post.

"Esto es salvaje", dice Pedro Zaraza, un despachante de combustible, quien miró una turba fuera de un supermercado, que fue dispersada por el ejército. "Las autoridades están perdiendo el control". Lo que ha sido una crisis en cámara lenta parece encaminarse hacia una nueva y más dramática fase.

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El largo declive económico del país con las más grandes reservas de petróleo muestra signos de convertirse en una emergencia humanitaria, con un mal manejo gubernamental y bajos precios del crudo que provocan una escasez y una inflación que podría sobrepasar el 700 % este año.

El rumor se corrió a gran velocidad en una noche reciente de martes, en las pobres áreas cercanas a Barlovento, una hora al este de Caracas. Un camión que transportaba arroz había volcado y la comida estaba allí para ser tomada.

Glenis Sira, madre de siete niños, tomó una bolsa plástica y corrió desde su precaria casa. Más de mil personas se le unieron para ir en busca del botín cerca de la población de La Fundación, antes de darse cuenta de que no había un camión con arroz, que sólo había sido un rumor.

Alrededor del 87% de la gente dice no tener el dinero suficiente para comprar comida, de acuerdo con un estudio reciente de la Universidad Simón Bolívar.

Saqueos en busca de comida

En los primeros cinco meses de este año, los venezolanos han robado comercios de forma violenta –o intentado– en al menos 254 casos, de acuerdo con el Observatorio de Conflicto Social Venezolano. El número de protestas por comida se incrementó mensualmente hasta las 172 en mayo. Varias personas han muerto y cientos han sido detenidas.

Para Maduro se trata de incidentes en el marco de una "guerra económica" liderada por empresarios. Para evitar filas interminables en las puertas de los supermercados del Gobierno, las autoridades solo permiten formarse en la entrada a aquellas personas que fueron asignadas según la terminación del número de su identificación nacional. "Estamos esperando sin siquiera saber qué traerán hoy, o si traerán algo", explica Yorilei Ramos, de 51 años. "Tus hijos lloran, 'tengo hambre' y tienes que decirles "no tengo nada'".

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