Una eventual reestructuración de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en cuanto a sus funciones es analizada en varios ámbitos en el marco de las discusiones que iniciaron tras el trágico suceso en el que una niña de tres años perdió la vida en un fallido operativo de los agentes de la institución.

En el Poder Ejecutivo inició el estudio de un proyecto de ley para fortalecer la Senad, que permita una función más eficiente, de acuerdo con las informaciones que se manejan. Una propuesta en ese sentido se podría tener en unas semanas, siempre según los datos que se manejan.

Igualmente, en el mismo organismo antidrogas se analizarán las funciones que cumplen los agentes. Esto, a decir del propio nuevo titular de la Senad, coronel (SR) Hugo Vera Quintana.

"Creo que se deben reevaluar los procedimientos que se deben realizar. Toda organización, especialmente de esta naturaleza, necesita un procedimiento operativo normal", señaló Vera Quintana en una entrevista publicada ayer en La Nación.

El ministro secretario habla de la necesidad de "reevaluar la efectividad de las operaciones, no en el sentido de términos de obtención de resultados, sino en términos de procedimientos". Precisó que entre sus objetivos se encuentran el fortalecimiento institucional, así como del plan de operaciones para el logro de los objetivos, reglamentación, normas, todas las acciones que sean necesarias para fortalecer la institución y le dé seguridad legal al personal en su accionar.

Cabe apuntar que la Senad se rige por una Ley Orgánica que le brinda atribuciones para realizar operaciones. Según Vera Quintana, esa reglamentación "está inspirada en el artículo 71 de la Constitución Nacional". El citado artículo se refiere al narcotráfico, drogadicción y la rehabilitación, y se establece que el Estado reprimirá la producción, el trágico ilícito de sustancias estupefaciente.

En el Parlamento también se discute el futuro de la Senad. En ese sentido, la semana pasada fue presentado un proyecto de derogación, que en el fondo, según explicaron sus impulsores, no está precisamente en la eliminación de la institución, sino en el deseo de regular las funciones. La discusión principal se centra en si la Senad debería ser un órgano solo para inteligencia o también tener potestad para realizar operaciones.