París, Francia. AFP.

Bélgica, finalista en 1980, ahora chocará el próximo viernes en Lille contra la Gales de Gareth Bale en busca de las semifinales.

En cambio, alemanes y franceses conocerán a sus adversarios de cuartos recién este lunes, tras el cierre de la fase de octavos con el cruce estelar Italia-España del Stade de France, cuyo ganador desafiará a la Mannschaft, y un duelo desigual en los papeles entre la favorita Inglaterra y la revelación Islandia en Niza, cuyo vencedor heredará al anfitrión.

En Lille, un golazo de volea de Jerome Boateng desde fuera del área abrió el festival de fútbol de la Mannschaft contra la Eslovaquia de Marek Hamsik. Mario Gómez (43) y Julián Draxler (62) firmaron los otros dos, en una tarde casi perfecta para los de Joachim Low, pues Mesut Özil falló un penal en el minuto 14 (el arquero Matus Kozacik se lo tapó tirándose hacia su izquierda).

Flotando en el estadio de Lyon el morbo de la mano de Thierry Henry, Irlanda se envalentonó con la idea de tomarse revancha gracias a un penal anotado por Robert Brady (2 minutos, el segundo gol más rápido de la historia de la Eurocopa) después de una infracción infantil en el área de Paul Pogba.

Pero en el segundo tiempo, el atacante del Atlético Madrid Griezmann lideró la remontada con dos tantos (57, 61) de buena factura. En Toulouse, en un partido más disputado de lo que refleja el marcador final, los Diablos Rojos belgas se impusieron con goles de Toby Alderweirel, Michy Batshuayi, Eden Hazard y Yannick Carrasco a Hungría, que se despidió del torneo dejando una buena imagen pese a la goleada y el recuerdo del portero Gabor Kiraly, genial a los 40 años.