Ayer por la mañana se confirmó lo peor: Saúl Salcedo sufrió un esguince grave en la rodilla derecha que compromete al ligamento cruzado anterior, según el informe médico oficial, por lo que una vez desinflamada la zona deberá operarse y quedará fuera de las canchas durante seis meses, perdiéndose lo que resta del año.

Ante esto, y teniendo en cuenta la confirmación de la directiva de que Olimpia no va a contratar para suplir la baja de Salcedo, Fernando Jubero deberá replantearse de manera completa una línea defensiva que trabajó durante toda la pretemporada y que solo pudo utilizarla durante unos minutos en el amistoso ante Pettirossi.

Tratar de tener la profundidad que tenía por el costado izquierdo con Blas Riveros, pero ahora por el costado derecho con Rodi Ferreira, es la idea del español para este nuevo semestre. La primera línea se completaba con Salcedo y Alexis Rolín, haciendo que Salustiano Candia cruce de lado a lado la cancha para volver a ocupar el lateral izquierdo.

Con la deserción de Saúl, Jubero tiene un par de opciones. La primera, y más potable, es el cambio obligado. Recurrir a José Leguizamón, quien a priori, hubiese perdido el puesto, al menos de inicio, en el Clausura y completar nuevamente con él la zaga. La segunda es volver a meterlo al medio a Salustiano Candia, para que haga dupla con Rolín y que Rodrigo Rojo aparezca como lateral izquierdo. Aunque esto sería casi imposible, porque tendría que prescindir de Alejandro Silva, el otro extranjero que tiene el plantel.

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El as bajo de la manga es recurrir a otro juvenil y darle confianza. Denis Añazco fue uno de los centrales que hizo la pretemporada, el otro que tiene opciones de ser tenido en cuenta es José Cañete. ¿Se habrá lamentado Jubero por algún minuto haberlo dejado ir a Carlos Rolón?

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