Todos tenemos nuestros pasatiempos favoritos y el de ellos es jugar videojuegos. Lejos de ser un elemento distractor para las responsabilidades adquiridas en la madurez, es una herramienta para cultivar una sana relación con sus hijos.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

Recuerdo que cuando era niña mis primos, ya adolescentes, pasaban horas frente al televisor jugando. No recuerdo cuáles eran los videojuegos pero sí las frases que escuché en ese entonces: que estaban perdiendo su tiempo, que los tenía embobados, que los aislaba o, incluso, que estaban perdiendo su concentración a causa de eso.

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Hoy esas frases ya están desmitificadas. Si bien la industria del ocio electrónico es joven (tiene 40 años aproximadamente), hoy quienes crecieron con ella ya son padres, y las nuevas generaciones se acercan a ese tipo de entretenimiento de manera natural. Así que es incluso hasta lógico que padres e hijos lo disfruten de la misma manera, porque hace tiempo ya dejó de cargar el estigma de ser un mero pasatiempo para adolescentes.

Diversos estudios científicos comprobaron que los videojuegos ayudan a la resolución de problemas, a desarrollar la creatividad en los niños, a pensar más rápido y, por ende, a tomar decisiones rápidas basadas en análisis. También a ser perseverantes (eso de intentar pasar un nivel, una y otra vez hasta lograrlo), a reconocer patrones y a tener mejor coordinación motriz (manos-ojos).

Para comprender aún mejor cómo los videojuegos afectan al cerebro, investigadores alemanes realizaron un estudio en el 2013. Les pidieron a 23 adultos de entre 25 y 40 años que jueguen Super Mario 64 durante 30 minutos al día, durante dos meses. Aparte, seleccionaron otro grupo de adultos que no jugaría.

Examinaron los cerebros de ambos grupos usando una máquina de resonancia magnética y encontraron que los gamers tuvieron un incremento de la materia gris en el hipocampo derecho, en la corteza prefrontal derecha y en el cerebelo; todas áreas del cerebro responsables de la navegación espacial, la formación de la memoria, la planificación estratégica y de motricidad fina en las manos.

Incluso siguiendo esta línea de investigación, la Universidad de Padua en Italia, descubrió que los videojuegos de acción ayudan a combatir la dislexia. Dos grupos de niños de entre 7 y 13 años fueron probados, uno jugando acción y el otro grupo un juego de menor aceleración gráfica. Cuando probaron las habilidades de lectura de los niños luego de ello, los que habían jugado acción eran capaces de leer más rápido y preciso que los demás que no lo habían probado.

Es así que además los videojuegos con mundos abiertos, ayudan a navegar mejor ya que se exploran paisajes en una escala de miles de kilómetros. Y quizás una de las cosas más controversiales, respecto a una de las primeras frases, es que sí se pueden hacer nuevos amigos al jugar online, e incluso la coordinación y comunicación es más profunda que lo habitual debido al trabajo en equipo para alcanzar un objetivo común con los amigos.

Diversión familiar

Es esa la experiencia de Miguel Vega (31), papá de Diego (5). Estudiante de Informática y funcionario en una entidad financiera, conoció a sus amigos jugando en línea Battlefield 4 en PS4 y su amistad con ellos se extendió más allá de la pantalla. Se reúnen para realizar asados en donde, si bien comparten sus anécdotas del juego, también conversan sobre diversos temas.

"Creo que hoy es difícil encontrar personas que no hayan jugado o probado jugar videojuegos aunque sea en una reunión familiar, con los primos o los sobrinos. En mi caso, descubrí los videojuegos a los 6 años y jugaba con mis primos y vecinos Donkey Kong, Legeng of Zelda, Mario Bross. Y hoy no creo que sea una pérdida de tiempo. Muchas veces al tener tantas responsabilidades creemos que dejar tiempo para el ocio es perder el tiempo, pero yo lo disfruto aún más porque lo hago con mi hijo", comenta.

Enfatiza que el tema está en saber moderar las horas de juego, cosa que uno, siendo padre, es como si lo tuviera por defecto. "La responsabilidad llega sola, vas adaptando los tiempos acorde a las necesidades diarias. Y si bien este rol te ayuda a priorizar mejor, no significa que dejes de lado tus gustos. Es más, quizás ahora tengas con quién compartirlo", señala emocionado. Él juega con su hijo Diego cuando ambos terminan sus tareas de la casa y la escuela respectivamente, y cuando él no está en la casa, es la mamá del pequeño la que se engancha jugando con él.

Recuerda que no es bueno llevar al extremo las horas de juego pero sí que compartan con sus hijos si se tiene la misma afición. Además, si lo hacen online, recomienda que conozcan a las personas con quienes están compartiendo ese tiempo de juego.

Sin salir de casa

Rodrigo Campos (39), ingeniero que se desempeña en una planta industrial, dedica los fines de semana de ocio familiar a esta afición, sobre todo los domingos de tarde. Su hijo Nicolás, de 9 años, comparte la pasión de su papá; por lo que ese tiempo en el que juegan juntos se convirtió en su tiempo de calidad, aprovechan para conversar y ponerse al día en temas varios.

Rodrigo jugó videojuegos desde muy pequeño. El que recuerda con más aprecio es el Pitfall de Atari; no obstante, empezó con los juegos online hace 5 años con FIFA y Battlefield. "Creo que todo depende de cómo uno administre su tiempo y cómo se disfruta de la diversión. Jugar videojuegos es un pasatiempo sano que no requiere siquiera salir de la casa", asegura.

Para Guido Redes (30), vendedor en una importadora-constructora, todo comenzó a los 6 años. Si bien no recuerda exactamente cuál fue el primero, hoy prefiere los juegos de aventura y plataforma como Mario Bros, Zelda o la saga Uncharted; aunque trata de variar las elecciones para mantener la emoción.

En su caso, es el papá de una niña de 3 años, Julieta, y aunque ella es aún pequeña y no lo acompaña en esta actividad, lo observa atentamente. Los sábados le toca quedarse con su hija por la tarde cuando su esposa trabaja, y el expreso pedido de ella es que haga dormir la siesta a la pequeña. Sin embargo, como a Julieta eso no le agrada, negoció con su papá de manera muy astuta.

"En un viaje de ida a casa le digo que teníamos que dormir la siesta ni bien lleguemos y ella me responde: 'Papá, vamos a hacer algo. Tú te vas a quedar en la sala a jugar tus jueguitos y yo en mi pieza, a jugar con mis juguetes'. Desde ese día ya no se duerme la siesta los sábados", sentencia Guido.

Y con la oferta cada vez más amplia que ofrecen las distintas casas de videojuegos, desde los basados en películas y cómics (Star Wars, Spiderman, etc.) hasta los que reviven dibujos animados (Pokemon), no es de extrañar que sea una afición que lejos de quedar relegada a un rango de edad, sirva para acortar la brecha generacional entre padres e hijos y ayudar a generar un vínculo.

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De videojuegos a películas

El cine también se nutre de la pasión por estas historias, y ni qué decir del público que ya conquistaron; así que a lo largo de estos años, vimos cómo los videojuegos saltaron a la pantalla grande. Tomb Raider en el 2001, nada menos que con Angelina Jolie como protagonista y consiguiendo una secuela en el 2003. Resident Evil, protagonizada por Milla Jovovich, lo hizo en el 2002, continuando con cuatro entregas más. Así mismo, Príncipe de Persia en el 2010 con Jake Gyllenhall o Need for Speed con Aaron Paul en el 2014.

Y aunque hubo películas que precedieron a las mencionadas (que, según las críticas, no siempre llenaban las expectativas), la realidad sobre esto fue cambiando. Dentro de la lista de títulos más esperadas de esta mitad del año se encuentran: Warcraft, que llega en este mismo mes de junio; Resident Evil: The Final Chapter, en setiembre, y Assasin's Creed, en diciembre.

Blogs de padres

Porque los padres gamers también son geeks (apasionados por las nuevas tecnologías y coleccionistas natos de su tema de interés) y en muchos países también se catalogan como frikis (obsesión a temas poco comunes), aquí encontramos algunas páginas webs que hablan de temas comunes que a cualquier padre que juegue videojuegos seguro le interesará.

En español: padresfrikis.com, unpapacomovader.wordpress.com, dadvader.me, criandofrikis.es, megadads.org

En inglés: gamerdad.com, dadsgaming.com, geekdad.com, robertsspaceindustries.com

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