Caracas, Venezuela | AFP

Negocios arrasados, calles militarizadas y cientos de detenidos. Los saqueos en la ciudad de Cumaná evidenciaron el giro violento que están tomando las protestas por alimentos en Venezuela, un factor que el gobierno atribuye a la oposición y que podría radicalizar al presidente Nicolás Maduro. "El balance es de ruina total porque los comercios fueron saqueados no solo en sus inventarios, también su mobiliario. Hubo destrozo total", dijo a AFP Rubén Saud, presidente de la Cámara de Comercio de Cumaná, una ciudad costera de 800.000 habitantes y a 400 km al este de Caracas. Panaderías, supermercados, ferreterías fueron arrasados el martes en lo que comenzó como una protesta en reclamo de comida, en medio de la cual motoristas asaltaron inicialmente camiones con víveres, según testigos.

Al borde del mar Caribe, Cumaná es el epicentro más reciente de manifestaciones por la severa escasez de alimentos, que a mediados de mayo empezaron a extenderse por varias regiones y en junio, particularmente, degeneraron en violencia. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en los primeros cinco meses del 2016 se registraron 254 saqueos o intentos de saqueo, siendo mayo el de más incidencia con 88 casos. La carestía de alimentos básicos es de 80%, según la firma Datanálisis.

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Desde el 6 de junio, al menos otras 4 personas murieron durante desórdenes similares en Cariaco (estado Sucre, cuya capital es Cumaná), San Cristóbal (oeste) y Caracas, según las autoridades. A raíz del caos, la ciudad fue militarizada. A medida que las protestas derivan en actos vandálicos, el gobierno arrecia sus acusaciones contra la oposición culpándola de alentar el caos para desestabilizarlo y crear las condiciones para una intervención extranjera.El presidente Nicolás Maduro esta enfrentado a una ofensiva opositora para sacarlo del poder mediante un referendo revocatorio.

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