Damasco, Siria | AFP, por Fayez WEHBE.

Varios atletas sirios sueñan con medallas en los próximos Juegos Olímpicos de Río (5-21 agosto) ofreciendo así un rayo de esperanza a su pueblo, inmerso desde hace cinco años en una guerra que ha causado ya 280.000 muertos.

"Haré todo lo que pueda con mi entrenador para realizar una muy buena actuación e incluso subir al podio, lo que llenaría de alegría al pueblo sirio", confía Majd Ghazal, de 28 años, que participa en salto de altura.

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Se entrena en el estadio Techrine, en el centro de Damas, a pocos kilómetros de uno de los frentes de batalla. Bajo la dirección de su entrenador Imad Sarraj, el joven sirio se enorgullece al recordar la actuación que realizó hace un mes en un torneo en Pekín, con un salto de 2,36 metros, cuando el récord del mundo es de 2,45 metros.

"Mi capacidad de brillar en Rio depende de un entrenamiento de calidad antes de la competición (en el exterior), porque los entrenamientos en Siria son insuficientes", afirma a la AFP, denunciando que algunos países como Marruecos y otros europeos le han denegado el permiso de entrada.

La mayoría de países han roto relaciones con el régimen sirio, incluidos los estados árabes, que han cortado las relaciones diplomáticas con el pequeño estado de oriente medio, cuyo conflicto se inició hace casi seis años, y ha dejado un reguero de muertos y provocado el exilio a millones de personas.

El mundo deportivo de Siria no ha sido ajeno al conflicto iniciado por la represión de manifestantes que pedían reformas, y que ha ido adquiriendo complejidad con la aparición de nuevos actores regionales e internacionales.

"Majd es capaz de competir con los mejores del mundo, pero sería necesario que países europeos le abrieran sus puertas para que pueda prepararse para alcanzar el nivel requerido", señala su entrenador.

- Deporte, "la peor parte" -

"Ningún sector escapa a la crisis, y el deporte se ha llevado la peor parte", indica el general Mouaffak Joumaa, presidente del comité olímpico sirio, que se vio impedido a entrar en el Reino Unido en los Juegos Olímpicos de Londres al ser considerado leal al régimen sirio.

"La inseguridad impide a nuestros atletas entrenar, y la negativa de varios países a concederles visados les privan de competiciones internacionales", explica este dirigente deportivo a la AFP.

Pero ello "no les ha impedido de perseverar y proseguir los entrenamientos en los estadios de Damasco", añade, con la esperanza de que "la bandera siria ondee en Rio".

La delegación siria en Rio estará formado por seis miembros: dos en atletismo, uno de ellos Ghazal, dos en natación, uno en halterofilia y otro en tenis de mesa.

Otros dos boxeadores cuentan con opciones de clasificarse.

Ghoffrane Mohamed, de 27 años, que participará en los 400 metros vallas, admite que está orgullosa de participar en esta competición internacional tras los Juegos de Londres.

"Será difícil ganar pero participar es ya un honor", señala.

"Sigo entrenándome en el estadio Techrine y no tengo miedo a la muerte", añade en referencia a las dos bombas caídas sobre ese complejo en febrero de 2013 que provocaron el fallecimiento de un futbolista, mientras que otros cuatro resultaron heridos.

Según el director del periódico deportivo al-Ittihad, Mohamed Abbas, la participación de Siria en los Juegos Olímpicos de Rio es "una confirmación de que el país continúa viviendo y resistiendo ante los terroristas", terminología del régimen que se opone a todo rebelde que se le opone.

Siria participará por 13ª ocasión en unos Juegos Olímpicos, y cuenta con cinco preseas en su medallero, una de ellas de oro en el heptatlón de Atlanta 1996.

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