El jefe del bloque opositor en el Parlamento venezolano, Julio Borges, fue agredido ayer por partidarios chavistas cuando militares y policías impidieron a un grupo de diputados ingresar al órgano electoral para exigir la activación de un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro. Borges, que se protegía con un casco de seguridad, fue golpeado con un tubo metálico y recibió puños y patadas, lo que le provocó un sangrado nasal, constató la AFP.

Perseguido por exaltados que le lanzaban golpes e insultos, el parlamentario se refugió en la sede administrativa de la Asamblea Nacional –próxima al Consejo Nacional Electoral (CNE)– y luego compareció ante la prensa con la nariz ensangrentada. Borges acusó a un general de la militarizada Guardia Nacional de haber ordenado el desalojo de los diputados y dejarlos sin protección frente a los llamados "colectivos" chavistas.

Borges sostuvo que el bloqueo se produjo pese a que diez parlamentarios –de cerca de 70 que acudieron al lugar– tenían autorización para reunirse con un directivo del CNE. Formando un cordón de seguridad frente a la sede CNE, los uniformados taponaron entre empujones y gritos el paso de los diputados que eran acompañados por decenas de simpatizantes. La situación se tornó tensa cuando los opositores quedaron cara a cara con un grupo de partidarios del oficialismo, y gases lacrimógenos fueron activados. Algunos cruzaron golpes, al tiempo que se producía la agresión a Borges.

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PROTESTAN LOS ESTUDIANTES

En otro punto de la ciudad, más de un centenar de estudiantes, que no lograron marchar hacia el CNE por el fuerte despliegue policial, se manifestaba en el sector sureste, gritando: "Y va a caer, este gobierno va a caer". Efectivos de seguridad rociaron gas pimienta y mantenían controlada la protesta.

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