La construcción siempre generó una reacción en cadena muy positiva. No obstante, para sentir su benéfico impacto deben alinearse varios factores, desde lo climático hasta la adecuada gestión de presupuestos en el ámbito público y privado. Con sus fortalezas y complejidades, los empresarios del sector, esperan en este 2016 seguir dinamizando la economía y ejecutando obras que mejoren la calidad de vida de las personas.

El 2015 fue un año atípico para el sector de la construcción. Pese a que estaban en cartera y en plena ejecución obras de gran porte, el fenómeno climático del niño echó por tierra la esperanza de un año próspero. "Las empresas viales fueron las que más se resintieron con los reiterados periodos de lluvia. A tal punto, que al cerrar el 2015 se encontraron con que solo habían trabajado 4 ó 5 meses. Fue así que toda la perspectiva de bonanza que se anunció para el sector vial se vio fuertemente afectada por el factor climático", explicó Jorge Moreno, presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (CAPACO).

El primer trimestre de 2015, el sector vial arrancó en positivo con un crecimiento entre el 15% y 17%, el segundo trimestre cayó al 8%, el tercero al 4%, y terminó el año con -1,5%. Estos datos reflejan la situación muy delicada que les tocó afrontar a los empresarios. Sin embargo, las compañías dedicadas al sector inmobiliario, aquellas que trabajan en la construcción de edificios corporativos o residenciales, viviendas, hotelería, etc. fueron las que de alguna manera compensaron las cifras totales del sector de la construcción, con un resultado final positivo del 6%, según datos estimativos del Banco Central del Paraguay.

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"La economía fue golpeada debido a que no pudieron ejecutarse con normalidad las obras de gran porte que encara el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), y hay ciertos síntomas que muestran esta situación, por ejemplo: La Industria Nacional del Cemento no tuvo inconvenientes para cubrir la demanda, como ocurrió en años anteriores", señaló Jorge.

Obra en IPS INGAVI. Foto: Agustín Acosta.[/caption]

Previsiones con cautela. Durante los primeros meses de este 2016, casi sin lluvias, las maquinarias dejaron de estar ociosas, para dar dinamismo a las diferentes obras que se ejecutan en el país. Pero, no se sabe por cuánto tiempo más.

"Nuevamente, según los pronosticadores, vendrá un periodo fuerte de lluvias y de crecida del río. De alguna manera estamos, no sé si temerosos, pero por lo menos atentos a lo que dicen los especialistas. Por eso somos cautos en cuanto a la previsión para el 2016. Creemos que si se ejecutan todos los proyectos que están hoy en el terreno, más aquellas obras que el Estado tiene previsto llevar a cabo, podríamos cerrar un buen año", destacó.

La CAPACO, que aglutina a empresas de gran porte, medianas y pequeñas, ven con preocupación que no se están generando proyectos para las PYMEs del sector. "Por ejemplo, para la construcción de viviendas del RC4 hay llamado a licitación con fondos de Itaipú, para construir de una sola vez y una sola empresa 1000 viviendas. Esto de alguna manera es fiel reflejo de como se esta encarando y sacando de competencia a muchas empresas que sí tienen posibilidades de trabajar en estos proyectos", mencionó.

El dirigente gremial dijo que tampoco hay que olvidar lo que se viene denunciando públicamente con respecto al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (FONACIDE) destinados a la construcción de escuelas. "Esto afectó a empresas medianas y pequeñas, que pueden ejecutar este tipo de obras. Lastimosamente estos fondos no fueron efectuados por constructoras, sino por "empresas de maletines", totalmente desconocidas, que cobran el anticipo y desaparecen. Estos recursos bien utilizados pueden dar posibilidad de trabajo a muchas empresas medianas y pequeñas.

Igualmente la construcción de hospitales, centros de salud, sistemas de agua corriente para comunidades rurales tampoco se están realizando. "Realmente el Estado paraguayo tenía una serie de obras que realizaban normalmente y que eran atendidas por estas empresas. Pero actualmente, si uno analiza la ejecución presupuestaria de varias instituciones, se da cuenta que fue bajísima. Esto hace que medianas y pequeñas empresas estén con serios problemas", acotó.

Obra del futuro hospital del IPS. Foto: Agustín Acosta.[/caption]

Aportar a la formación. Un déficit del país es la falta de recursos humanos capacitados en todos los sectores de la economía. Sin embargo, para el presidente de la CAPACO, donde más se nota esto es en la construcción, porque el primer trabajo que busca el campesino que emigra a la zona urbana es el de ayudante de albañil. Así las obras absorben la mayor cantidad de mano de obra no capacitada e inclusive sin educación básica, aspecto que hace más difícil formar al personal.

Pese a todo, el sector privado promueve la capacitación de los obreros, pero aún hay mucho camino por recorrer. "Queremos que los empresarios tomen la bandera de llevar adelante un tema tan sensible como es la capacitación, porque creemos que es una oportunidad única de crecer juntos y dar un futuro a la gente. Estamos hablando de más de 300.000 personas que mueve normalmente el sector de la construcción, de los cuales la mayoría tiene escasa formación", sostuvo Jorge.

Grandes inversiones. Un monto muy importante de dinero está en juego en varios proyectos ligados al rubro de la construcción. Desde la CAPACO estiman que, entre las obras en el terreno, más las que están en cartera o a llamarse a licitación, y, de acuerdo a publicaciones que está emitiendo el MOPC, se estaría hablando de más USD 2.000 millones.

Para afrontar estas obras, el sector privado también debe invertir y de hecho lo viene haciendo en forma sostenida. "Hace tres años en nuestro mercado no había una planta móvil de asfalto, ahora hay 12, y cada una de ellas requirió una inversión de más de 1 millón de euros. Tampoco había plantas de trituración, hoy tenemos más de 6. En cuanto a las plantas de concreto, existen varias instaladas en obras importantes. Se nota que se está apostando a la inversión", dijo el presidente de CAPACO.

Hoy en muchas obras ya se usa el encofrado metálico que permite olvidarse de la madera para iniciar los trabajos. Eso significa que ya se está aplicando tecnología y es otro ejemplo claro de que el sector está invirtiendo. "Se compraron torres grúas, se trabaja mucho con hormigón postensado que aporta mayor velocidad a la construcción. Todo el sector, civil y vial, está apostando a la inversión en recursos humanos y recursos físicos, esto hace que podamos visualizar con optimismo el futuro", afirmó Jorge.

En cuanto a la distribución geográfica, la mayor parte de las empresas constructoras tienen sus sedes en Asunción y Central, esto hace que sus equipos operativos se trasladen a cualquier punto del país, teniendo en cuenta el incremento de obras ejecutadas en el interior del país. Incluso empresas extranjeras vienen a Paraguay, teniendo en cuenta los antecedentes de seriedad, la baja carga tributaria y otras ventajas que hacen que conglomerados internacionales miren con mucho interés la posibilidad de apostar por nuestro país.

"Hay muchas obras en el interior, mucha inversión en el Chaco, San Pedro y Amambay, pero las obras están distribuidas en todo el país. También hay muchos proyectos muy interesantes que están por ser lanzados, como el desagüe cloacal y pluvial de Asunción por más de USD 400 millones, la segunda parte de la Costanera con un monto cercano a los USD 100 millones", recordó Jorge.

Estado y sector privado. Para el gremio de la construcción un tema que preocupó al inicio del año fue que el presupuesto del 2016 del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no estaba calzado con respecto a las obras que estaban en su cartera. Pero ahora con la emisión de bonos y el anuncio de que parte de esos fondos serán destinados a cubrir ese déficit, puede decirse que volvió la calma para el sector.

"Estamos solicitando reuniones, permanentemente, con autoridades del MOPC para ver esa situación específica de los proyectos, elevar inquietudes y también habíamos hablado con el ministro de Hacienda sobre el calce presupuestario del MOPC de los proyectos que viene encarando. Igualmente con la INC vamos monitoreando las inversiones y proyectos que se realizan, ya que esta industria es muy importante para nuestro sector", sostuvo Jorge.

La CAPACO también se abocará a analizar el presupuesto destinado a la Senavitat y otras instituciones como el MEC y SENASA que viene haciendo muy baja inversión hasta el momento. "Todas estas obras son de suma importancia, por el fuerte impacto económico que tiene el sector. Sin embargo, si se incluye el aspecto social, de mejorar la calidad de vida para el ciudadano común, el impacto de la construcción se vuelve aún más importante", concluyó.

AULA MÓVIL

Una experiencia interesante que impulsa CAPACO es la del aula móvil. Un plan piloto se desarrolla desde este mes de mayo en la construcción del Hospital del Instituto de Previsión Social de Ingavi, en Fernando de la Mora, donde a través de una alianza estratégica entre el gremio, el ente previsional, el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) y el Ministerio de Justicia y Trabajo, y el Consorcio que ejecuta esta obra, se capacitará a los albañiles en el mismo lugar de la obra.

Hace unos años, la CAPACO realizó un programa de capacitación de albañilería con temas como colocación de azulejos y pisos, encofrados, etc. "Es difícil que un obrero después de una jornada de 8 ó 9 horas vaya a estudiar al SNPP. Con el aula móvil se aprende al pie de la obra, con el programa de la CAPACO, de capacitadores por parte del SNPP, el IPS pone su obra y ahora pretendemos ampliar este convenio con el Ministerio de Justicia y Trabajo para que aquellas personas que cumplieron su condena y tuvieron buena conducta, puedan tener una segunda oportunidad en esta obra. Entonces, aparte de formar al personal queremos ayudar en reintegrar a la sociedad a algunas personas que el pasado han cometido algún hecho punible", explicó.

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