El serbio Novak Djokovic, alterado por la lluvia esta semana, jugará por cuarto día consecutivo, el viernes en semifinales de Roland Garros ante el austríaco Dominic Thiem, uno de los candidatos a sucederle en el trono del circuito masculino.
A pesar de los problemas, Djokovic es el gran favorito en su octava semifinal de Roland Garros, la sexta consecutiva, y la 30ª en Grand Slam. Además ha ganado a Thiem en las dos ocasiones en que se han enfrentado, la última sobre superficie dura en Miami esta temporada, 6-3 y 6-4.
Pero el austríaco, de 22 años y 15º en la lista mundial, juega "el tenis de su vida", como destacó este jueves Djokovic.
"Juega con mucha velocidad y potencia, será un buen partido", vaticinó el tenista de Belgrado.
Uno de los mejores atletas del circuito, Djokovic no debería preocuparse por el cansancio. "Jugar la semifinal el viernes y potencialmente la final el domingo me parece bien, con este programa no he tenido tiempo de pensar en lo que he hecho", señaló tras ganar este jueves al checo Tomas Berdych, en tres sets, en cuartos de final.
El otro duelo masculino se presenta con más intriga. Andy Murray (N.2) gana 8-7 sus duelos ante Wawrinka (N.3), pero el suizo se impuso en los tres últimos duelos, entre 2013 y 2015, ganando además las dos únicas confrontaciones en tierra batida (2008 y 2013). No juegan desde hace un año y medio.
Murray vivió un inicio de torneo difícil. Después de necesitar cinco sets ante el veterano checo Radek Stepanek y el desconocido francés Mathias Bourgue, fue encontrando su tenis, impresionando el miércoles en sus dos últimos sets ante el francés Richard Gasquet (6-0, 6-2).
El suizo, vigente campeón, que aparecía en los pronósticos antes del torneo por detrás de Djokovic, Murray y Rafael Nadal, parece muy cómodo en el polvo de ladrillo parisino.
Tras ganar en cinco sets al checo Lukas Rosol, después de llegar un día antes a Roland Garros por su victoria en Ginebra, ha mostrado la potencia de su brazo ante todos sus rivales.