POR: CARLOS ALBERTO GÓMEZ @CarlosGomezPy

FOTOGRAFIA: Aníbal Gauto.

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Hugo Adalberto Velázquez Moreno[/caption]

"Siempre fui político, la excepción es que haya entrado al Ministerio Público", relata Hugo Velázquez, presidente de la Cámara Baja, describiéndose brevemente antes de iniciar la entrevista con La Nación. El político recuerda que desde muy joven militó con mucho entusiasmo en la ANR. Hoy, varios años después, su nombre ha adquirido relevancia en la escena política nacional, tanto que ya en el último tramo de su mandato como presidente de Diputados, prepara su campaña buscando su reelección.

Velázquez puede ser reconocido como el Majority Whip de Diputados, un término muy utilizado en el Congreso de EEUU, que en realidad se origina en la Cámara de los Comunes británica. En la tradición británica, el "latiguero" (whipper-in) juega un papel importante en el deporte de cacería de zorros. Este aplica el látigo a los perros para mantenerlos corriendo tras el zorro en bloque, impidiendo que alguno tome su propio camino. De manera similar, el "latiguero" de los partidos de gobierno y oposición en el Parlamento cumple la tarea de alentar a los miembros del Congreso a votar con su partido, y a no desviarse por su cuenta.

Los diputados colorados, que son en total 46 divididos en tres bancadas, "acordaron" que durante los próximos cuatro años los presidentes de ese estamento serán colorados.

–El Partido Colorado va a intentar retener la presidencia de la Cámara de Diputados hasta el 2018, ya que contamos con mayoría propia, los números internamente están pero eso no garantiza nada en realidad. Las aspiraciones de todos los sectores son legítimas, el punto está en saber generar alianzas.

El mandato culmina en diciembre de este año, con el cambio de reglamentos hace poco más de un año ahora el mandato de la mesa directiva del cuerpo legislativo. ¿Buscás tu reelección?

–Sí, me interesa, de todos los sectores me volvieron a plantear. Es más, te cuento que en estos días estuve realizando un sondeo y creo que estoy en condiciones de llegar de vuelta por unanimidad como en junio del 2014. Hay que recordar que 1 mes y medio después de que asumí la presidencia, se planteó la modificación del reglamento interno de la Cámara de Diputados, fue muy importante, ya que uno en realidad la mesa directiva terminaba trabajando sólo 6 meses, el resto del tiempo era ocuparse de las conspiraciones para la próxima elección.

La famosa unidad de la cual hablás, nosotros la conocimos como el "pacto azulgrana" colorados-liberales que acordaron para la elección de la mesa directiva ¿Será el mismo criterio?

–Asimismo, por lo menos en el equipo político que encabezo, planteo revivir ese acuerdo para poder llegar a tener un candidato de consenso: presidencia para la ANR, vicepresidencia 1era. para el PLRA, vicepresidencia 2da. para la ANR, además de repartir equitativamente las comisiones asesoras, de acuerdo a las bancadas.

¿Tiene alguna importancia la presidencia de la Cámara?. Digo, por el tiempo que se emplea discutiendo sobre el tema para lograr acuerdos.

–Primero que el presidente de la Cámara de Diputados es a su vez, vicepresidente del Congreso, tercero en la línea de sucesión. Siendo partido de gobierno, además, uno tiene la responsabilidad de llevar adelante los planteamientos más importantes para el Ejecutivo, te da la posibilidad de negociar con los demás partidos para conseguir votos para el gobierno. Bien manejada la Cámara de Diputados, se ha convertido en el sostén del gobierno, desde aquí hemos logrado frenar la modificación a Ley de APP (Alianza Público-Privada), la de seguridad jurídica a las inversiones.

Al asumir la presidencia decías que ibas a trabajar con la Secretaría de la Función Pública para que en el futuro cada parlamentario pueda contratar hasta cinco funcionarios en su oficina por un plazo máximo de cinco años, tiempo que dura el mandato. El objetivo es evitar que dicha Cámara sume cada vez más funcionarios.

–Lo que quiero reglamentar son los famosos cargos de confianza de los congresistas, en el sentido de poder limitar la cantidad y el tiempo dentro de la institución. Creo que un número razonable es 5 por cada parlamentario, durante los 5 años de mandato, mediante contratos, para que los mismos no adquieran en la práctica, la famosa inamovilidad. Son cargos de confianza de los legisladores, y duran el tiempo en que los mismos se desempeñen en el cargo, no forman parte del plantel permanente de la Cámara de Diputados. Tuvimos varias reuniones con la Secretaría de la Función Pública, y acordamos que dentro de las modificaciones a la Ley 1.626, estará incluido explícitamente este punto. Si bien existe una acción de inconstitucionalidad, en contra de esta ley, ya en mesa directiva hemos acordado respetarla.

Te preguntaba porque es importante concretar cuestiones como estas, y comunicarlas, ya que el Congreso es una de las instituciones más criticadas por los excesos.

–Está bien que así sea. Todo exceso se debe mirar con malos ojos, pero creo que hay que reconocer también algunos avances, si bien son muy lentos, tengo la percepción de que nos estamos aggiornando a los nuevos tiempos, uno ya no puede cometer las mismas barrabasadas, cada vez es más difícil esconderse tras los fueros.

Al asumir el cargo, también decías "Vamos a defender las instituciones republicanas, evitando que la clase política pisotee otros poderes del Estado". ¿A qué te referías exactamente?

–Me refería al avasallamiento de la clase política al Poder Judicial, para evitarlo, necesitamos de una reforma constitucional en la cual necesariamente tenemos que disminuir al máximo, nuestra presencia en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Además, desde el Congreso creemos que debemos respetar el trabajo de los jueces, por eso es que la Cámara de Diputados rechazó el veto del Ejecutivo a la ley sobre el mecanismo de confirmación de magistrados, los jueces, fiscales y camaristas, al cumplir 5 años de mandato, entrarán automáticamente en las ternas para poder ser confirmados por la Corte, esto no es defender a los malos como muchos dicen, para evaluarlos está la CSJ.

ALIADOS POLÍTICOS

Opinaste sobre la actuación de la fiscala Blanca Agüero, en el marco de la imputación al ex intendente de Lambaré, Roberto Cárdenas. ¿Actuó de mala fe y presionada?

–Está bien que impute y que investigue, está en su derecho, pero se sacó la careta cuando demostró su desesperación por la imputación del candidato liberal, Armando Gómez, hoy intendente. Esa misma tarde, buscó otra causa contra Cárdenas, con la segunda imputación, adicionalmente, ya pedía su prisión, justificado por un supuesto peligro de fuga, sabiendo perfectamente que Cárdenas era candidato oficial del partido. Eso es actuar con mala fe y además manejada por cuestiones políticas, su actuación favoreció directamente al candidato liberal, así de simple, nosotros que entendemos de esto podemos ver las cosas con claridad y entender las jugadas.

¿Los agentes fiscales son fácilmente influenciables?

–No depende del cargo, depende de la persona que ocupa el cargo. El fiscal investiga hechos punibles en la cual tiene la obligación, como representante de la sociedad de acusar al que cometió el hecho, pero no existe obligación de acusar sino existe elementos reales y objetivos. En cualquier litigio existen presiones, pero depende de cada uno. Cuando uno actúa con la Constitución y las leyes en la mano, no hay manera de que el político pueda hacer nada.

Pasado el escándalo, que les hizo perder en Lambaré, ¿operaste para lograr que el Jurado de Enjuiciamiento abra investigación contra Blanca Agüero?

–Si yo consideraba que tenía que operar en el Jurado, lo habría hecho en la primera imputación, y es una posibilidad que jamás planteé. ¿De qué me sirve ahora?, mi único interés sobre Roberto (Cárdenas) era político, ya que para la ANR, era importante mantener la intendencia de Lambaré, pero una vez que perdió no me sirve de nada "operar" a favor de él. Ocurre que en vez de discutir procesalmente su caso, se pasa politizando todo.

REELECCIÓN

PROYECTO TUMA. Decías que la firma no es el problema, y que en realidad debió existir un diálogo previo en el partido, y en la bancada colorada, para luego; una vez tomada la decisión política de impulsar el proyecto.

–Fue una decisión del diputado Tuma, decisión que tomó sin consultar con la bancada y mucho menos con el partido. Primero se tiene que pronunciar el partido sobre el tema, irresponsablemente no vamos a salir a acompañar sin una postura institucional.

Pero no entiendo, si es una posibilidad que acerca a la figura que quieren instalar, ¿por qué no acompañarlo?

–Yo coincido con la vía de la enmienda para modificar la Constitución Nacional y habilitar la reelección presidencial, pero no es sólo la cuestión jurídica, importa y mucho la situación política también. El momento y si conviene a las chances del partido, cuestiones fundamentales que se deben debatir. ¿De qué te sirve que el Congreso lo apruebe hoy, y luego en la consulta en referéndum la gente diga que no? Yo creo que esto se debe analizar recién a fin de año, no antes, ahora tenemos que trabajar y trabajar, como dice Horacio Cartes, para que la gente vea resultados y cuando se le consulte diga que sí. Lastimosamente desgasta hablar tanto de lo mismo, cada gobierno es la misma discusión.

Parece que, a pesar de que son mayoría en Diputados, no hay un acuerdo de todas las bancadas de acompañar una enmienda para habilitar la reelección.

–No hay ninguna duda de que tengamos los números en la Cámara de Diputados, y si hay cierta duda en el Senado es con los antioficialistas, pero no olvidemos, cuestión de preguntar, en ese grupo no todos están en contra de la reelección, además está el Frente Guasu que quiere habilitar a Lugo y un sector importante del PLRA. Creo que números sobran, pero hay que analizar bien el momento y la conveniencia para el partido, esa discusión llega pronto.

¿No asusta la experiencia en la región? Argentina, Brasil, Ecuador, Venezuela. Colombia recientemente eliminó la reelección presidencial por la discrecionalidad que se adquiere en el cargo, competencia desleal, corrupción.

–5 años no son suficientes, es un periodo muy corto para un gobierno que quiere hacer cambios estructurales importantes, esta administración está atropellando una cultura de 40 años, en la cual la clase política es la más golpeada, pero es el camino al progreso. La reelección no es sinónimo de corrupción, al contrario, creo que cuanto menos tiempo tenés y sabés que no podés hacer mucho, lo que querés es llevar algo a casa (risas).

Habilitada la figura, ¿cómo evitamos que los fondos públicos vayan a financiar las campañas de reelección?

–Es difícil, hay que admitirlo, pero es la ciudadanía la que tiene que medir eso y castigar al momento de elegir. El hecho de que no exista reelección no garantiza que el partido de gobierno no desvíe fondos públicos para su candidato, ¿acaso acá no ocurrió eso mil veces?, basta con que el Presidente apoye un candidato. No existen garantías para la no utilización de fondos públicos, siempre se usa. Si alguien me garantiza la no utilización de fondos públicos en campaña, es Horacio Cartes, él no necesita, pone de su plata.

¿Qué ocurre si no pasa la reelección; desde el oficialismo, se está manejando un plan B, con algunos potables candidatos?

–Tal cual, pero el plan B se analizará sólo descartada plenamente la reelección, la idea en ese escenario es llegar a ese candidato por consenso, para febrero o marzo del 2017, pero te repito, lo único que yo manejo hoy es la posibilidad de reelección de Cartes. Aun así existen algunos nombres dando vueltas en el oficialismo: Juan Afara, Gustavo Leite, Enrique Riera, Luis Alberto Castiglioni, Javier Zacarías Irún, Luis Gneiting pero no hay nada concreto.

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