Basta de ideología, vamos a hacer negocios: así planteó el miércoles el canciller José Serra la nueva política externa de Brasil, con la promesa de dejar atrás "desaciertos" de la izquierda en el pasado. "La diplomacia volverá a reflejar de manera transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía al servicio de Brasil como un todo, y no más de las conveniencias y las preferencias ideológicas de un partido político y de sus aliados externos", dijo el flamante ministro.
Serra, senador y ex candidato presidencial socialdemócrata que fue derrotado por "Lula" y Dilma Rousseff, presentó este miércoles los nuevos lineamientos de la política externa de Brasil, que privilegiará a socios tradicionales como EEUU, Europa y Argentina, sin desestimar a China, el mayor aliado comercial del país. Serra fue nombrado hace casi una semana, cuando Rousseff fue apartada del cargo para enfrentar un juicio político por manipulación de las cuentas públicas y Temer asumió el poder.
"La gestión tendrá los ojos puestos en el futuro y no en los desaciertos del pasado", lanzó el canciller, figura prominente del nuevo gabinete. El foco de la política exterior tendrá un fuerte foco hacia el mundo desarrollado. El Brasil de Temer buscará sellar acuerdos comerciales sin restricciones y apostará por la bilateralidad allí donde la multilateralidad no fructifique. El canciller resaltó la importancia de la relación con su vecino Argentina. Serra, que habló de "corregir" el Mercosur, tiene previsto viajar el lunes a Buenos Aires para reunirse con su homóloga Susana Malcorra.