Por Vincent Carlisle
La obra de esta artista argentina es un crisol de referencias a partir del modernismo y del pop, tomando a Chagal, Warhol, un mazo de naipes y Romero Britto. La síntesis pasa por una paleta colorista de Miró y Calder, hasta Ágata Ruiz de la Prada. Su arte es totalmente contemporáneo, ya que son citas al inconsciente colectivo de los sentidos del receptor. Pato Gil estuvo unos días por Asunción, exponiendo su obra y ofreciendo talleres y charlas.
–¿Cómo te conocen en tu actividad artística?
–Pato Gil Villalobos: Muchos dicen que soy conocida como la artista del amor y el color, en cierto modo esta definición dan un referente artístico y motivacional con estilo propio.
¿Qué se dice que predomina en tu obra?
–Los críticos y mis amigos hablan de un equilibrado uso del color y una intensidad energética.
–¿Se puede decir que sos autodidacta?
–Autodidacta e incesantemente creativa. Empecé en el 2001. Un día le pedí a mi hermana Rocío, artista plástica, que me introduzca en el mundo de la pintura. Pasamos por un art store a comprar materiales y ella me dijo: "Elegí el color que más te guste" y agarré el turquesa. Lo primero que pinté fue una mujer que tenía un espermatozoide que venía del cielo (risas).
–¿Cómo evolucionó después?
–No conforme con el resultado, le dije: "Yo quiero pintar algo en grande, ¿qué te parece si pinto las puertas del garaje de casa?" En ese momento yo vivía en La Jolla, en San Diego, California, en un lugar espectacular estilo José Ignacio. Y al día siguiente salí en todos los diarios de Estados Unidos… ¡Fue impresionante! Pinté durante seis horas y me dio la sensación de haber estado solo una.
–¿Nos explicas el concepto de happy art?
–Comprendí que amo lo que hago y me hace feliz, creo también que la obra emana la energía con la que el artista la realizó.
Lo que hago es el arte dhármico: "El arte dhármico no se aprende, más bien se descubre; está dentro y tampoco se enseña, sino que se propicia el espacio para que el otro pueda hacer. Lo femenino en mi pintura es importantísimo. Fundamental. En mis cuadros la temática femenina se repite y busco transmitir que todas las mujeres somos "presidentas de nuestra vida", verdaderas "reinas del amor".
MUY REQUERIDA
–Tu pintura está en la casa de grandes empresarios, artistas y celebrities ¿Cómo te hace sentir eso?
–Casi nunca hablo de mis clientes famosos, pero te cuento una anécdota rápida. Una noche estaba cenando en mi chacra con Ana, la hija de Carolina Herrera –que también tiene cuadros míos– y su marido, y llaman a la puerta a la 1:00… era Marcelo Tinelli con toda su familia, sus hijas, sus yernos, etc. Miraron todo y Marcelo me dice: "Quiero comprar todos tus cuadros, son los más lindos que vi en mi vida". Yo no podía creer que en mi chacra, en el medio de la nada (y del todo), donde casi nadie sabía que yo estaba pintando, estaba Marcelo Tinelli comprando todos los cuadros que estaban colgados en mi atelier. A partir de ahí, a través de mis obras en las casas de Marcelo, fueron viniendo otros clientes como Nicolás Repetto, Marcela Tinayre, Mirtha Legrand… incluso el presidente Mauricio Macri tiene obras mías.
–¿Cuántos días en Asunción?
–Por casi 10 días, impartí talleres y charlas, y abrí una exposición "Reina de corazones", que se puede visitar hasta el 31 de mayo en el showroom de Mercedes-Benz.
Gente de todos lados ha visitado mi atelier para ver y comprar mis obras. Mis obras ya están en colecciones privadas de Arabia Saudita, Estados Unidos, Inglaterra, Marruecos, Portugal, Uruguay, Argentina y también están en Paraguay compradas en Punta del Este. ¡Amo el Paraguay y por suerte estoy en Asunción!