Cientos de miles de trabajadores cubanos marcharon por el 1 de Mayo en apoyo a las medidas de flexibilización económica de Raúl Castro, quien presidió la movilización en La Habana, y a los amenazados gobiernos de Brasil y Venezuela. Como cada año, empleados y estudiantes desfilaron desde primeras horas en varios puntos de la isla para celebrar el Día de los Trabajadores bajo la orientación de la dirigencia comunista. "Estoy aquí primeramente para defender la revolución cubana, a Cuba, y a Brasil también", dijo un brasileño de 40 años que se identificó como Pablo Guerra.
A diferencia de otras partes donde el 1 de mayo es motivo de reclamos laborales y choques con la policía, Cuba –bajo un sistema de partido único– aprovecha esta fecha para movilizarse masivamente en respaldo al gobierno.
Solo en La Habana participaron unas 600.000 personas –según la prensa estatal–, que al grito de consignas y con carteles de apoyo al socialismo, llenaron la emblemática Plaza de La Revolución.
El desfile contó con la participación de delegaciones numerosas de varios países y de líderes de la guerrilla de las FARC, incluido su máximo jefe Timochenko, que negocian un acuerdo de paz en Cuba.