• El Danzarín se puso arriba en dos ocasiones, no supo liquidar y con muy poco, el Ciclón le robó dos puntos que pueden ser claves.

Christian Pérez

Un tibio Cerro, sustentado en un notable Antony Silva, logró un premio hasta generoso: un empate de 2-2 ante el puntero Sol de América, que vuelve a tropezar y poner en riesgo la punta que tanto adora.

En estas instancias, está terminantemente prohibido ser inocente para un equipo que sueña con ser campeón. Sol de América volvió a demostrar su falta de jerarquía, perdió dos puntos ante un Ciclón alternativo, lleno de errores y que se quedó con un punto con sabor a mucho. El equipo de Garnero falló a la hora de liquidar el partido, fue desatento en momentos cruciales y le faltó ese algo más que necesitan los equipos ambiciosos.

El azulgrana plantó ayer en Sajonia un once "B", por decirlo de alguna manera. Era difícil esperar una sincronización o al menos que el juego tenga sentido colectivo, pero el nivel individual de la mayoría fue bajísimo y obviamente repercutió en el rendimiento como equipo.

La defensa que vino de Nacional –Velázquez-Cáceres– sigue siendo de terror. Fidencio aportó la lucha de siempre, Meza Colli fue el más claro y que más ideas tuvo, mientras que Fabbro mostró lo de siempre: pocas ganas y sin ideas, defectos que obviamente acabaron con la paciencia del DT, que lo volvió a borrar luego del entretiempo.

Como equipo, Sol fue más compacto y ordenado. Ese hecho se notó rápidamente en el resultado. A los 15', Ignacio Miño ya hacía gozar al líder, con un remate cruzado ante la mirada preferencial de Velázquez. Después, el cuadro azul aflojó, Cerro quiso, pero no supo cómo y así se fue la primera etapa.

En la complementaria, con un par de cambios, Morínigo le dio otro rostro al ataque. A los 59', luego de burlar a cinco rivales, el chico Díaz igualó el marcador. Y en el fútbol todo se paga; Sol perdonó acción previa al empate, entre Pérez y Amarilla.

Pero apenas dos minutos después, el Danzarín volvió a festejar. Recalde, de cabeza, le daba otra estocada a Cerro, que con ganas y algo más pudo empatar a los 74 minutos. Tras un pelotazo largo de Vieyra, Ortigoza, de "sombrerito", dejó en ridículo a Ortiz.

Luego del 2-2, Sol atropelló con todo, tuvo demasiadas ocasiones, pero las inocencias propias de este equipo y la fenomenal noche de Silva congelaron el empate, que deja a Cerro fuera de la lucha y a Sol con peligro de perder la punta.

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