El sacerdote de Itapúa, Aurelio Martínez párroco de Yatytay, en comunicación con la radioemisora 970 AM, confirmó que instó al sector a que pida la renuncia del mandatario y declare "guerra sin derramamiento de sangre" si el Gobierno no cumple con su promesa.

El sacerdote admitió haberse retrasado la celebración de una misa para reunirse con los labriegos.

Martinez, activó políticamente para pedir la renuncia del presidente Horacio Cartes, sin autorización del obispo de Encarnación. Según expreso, no tienen intenciones de generar disturbios pero que, "obedece a Dios y al pueblo".

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"Si la Iglesia me quiere censurar estoy firme porque estoy convencido de lo que dije, todos saben y gracias a Dios no estoy acusado de acoso sexual sino por ser profeta", señaló.

Detalló que ya recibió una llamada de atención por parte del obispo de Francisco Javier Pistilli, y que el mismo desconocía el hecho.

Martínez afirmó, "mis declaraciones fueron como ciudadano y no como sacerdote, lo hice por quienes no tienen voz, en nombre de Dios y del pueblo también", señaló. Martínez dijo que seguirá activando, "el mismo Papa Francisco pide sacerdotes pastores con color de oveja."

A favor y en contra

El diputado Walter Harms, del Partido Colorado, criticó ayer duramente al sacerdote Aurelio Martínez, del departamento de Itapúa, por desviarse del camino religioso e incentivar a ciudadanos a realizar "una guerra sin sangre", con el fin de conseguir la destitución del presidente de la República, Horacio Cartes.

Por su parte, el liberal Olimpio Rojas, salió al paso de sus declaraciones y arguyó que es "lógica" la acción del religioso ante lo que considera que es una ausencia de acciones del Gobierno en varios ámbitos. "Los sacerdotes en el marco de la evangelización no solamente están obligados a predicar la palabra de Dios, sino también sobre las injusticias, impunidad o falta de respuestas", refirió.

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