Desde 2005, sólo Fernando Verdasco, finalista mañana de Bucarest, se ha entrometido en el dominio de Rafael Nadal y Kei Nishikori en el Barcelona Open Banc Sabadell. El balear suma ocho títulos, uno menos que en Roland Garros y en Montecarlo, y el japonés, dos, en las dos últimas ediciones del clásico de la tierra.

Mañana se verán por primera vez por la corona del Godó. Nishikori, en la jornada inaugural del sábado, derrotó por la vía rápida a Benoit Paire.

Nadal, en su final 101 como profesional, no podía ser menos ante Philipp Kohschreiber al que superó por 6-3 y 6-3, en 1 hora y 32 minutos.

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Los dos finalistas, ambos dentro del 'Top10' mundial, se presentan al último partido sin ceder una manga.

Se han medido en nueve ocasiones, con un parcial de 8-1 para el campeón de 14 grandes, que cedió el año pasado en los cuartos de Montreal.

Le costó cerrar la primera manga a Rafa porque su rival, aunque no lo parezca, es un tenista incómodo, capaz de pasar pelotas desde el fondo de la pista y conectar ganadores desde los dos lados. En la continuación, otro 'break' en el séptimo juego sirvió para darla la puntilla a Kohlschreiber.

Pase lo que pase, la final del Godó 2016 no es una más para Nadal, que puede igualar las 49 coronas en polvo de ladrillo de Guillermo Vilas, el tope histórico en el circuito.

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