Santiago Zavattiero - @Santiagasu
El Doctor Benjamín Fernández Bogado brindó una entrevista a La Nación Web para explicar cuáles podrían ser las posibles soluciones para los diversos problemas que registra el sistema educativo nacional, donde dejó en claro que se necesita invertir al menos el doble de lo actual y hacer una reingeniería de todo el sistema.
¿Cómo ve las universidades hoy en día?
Un dato preocupante es sobre la Universidad Nacional de Asunción (UNA) que solo tiene un 4% de profesores con títulos de doctores y en torno al 18% con título de Masters, es decir, en la universidad los que enseñan son licenciados y muchos de ellos recién salidos de las aulas que pasan a ser titulares en muchas de nuestras academias.
Si se estructura bien la universidad en temas monetarios podría tener profesores de tiempo completo.
¿Hay que hacer un cambio?
Las universidades también necesitan replantearse, ya que el grave problema es que la educación paraguaya no es atractiva para nadie. El nivel de deserción desde la escuela es altísima y va subiendo grado tras grado. Otra cosa es que cada año estamos metiendo 160 mil estudiantes universitarios en 56 casas de estudio públicas y privadas, pero solo se reciben 16 mil y estas son las cosas que hace rato deberíamos trabajar de manera estratégica.
¿Porque la educación paraguay está tan atrasada en comparación a los otros países de la región?
El rezago paraguayo en materia educativa es histórico y se ha ido acumulando, al principio la manera más simplista de analizar el tema era que las dictaduras no querían un pueblo educado y coincidentemente invertían poco en ella. Solo como dato, Alfredo Stroessner invirtió el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación durante 35 años. Y hay cosas curiosas, ya que Stroessner con el 1% del PIB, la dictadura que tenía poca gente en escuelas, colegios y universidades produjo mejores resultados que la democracia que amplió el ingreso de estudiantes en estos años, pero no preparó al docente. Esta es la pena capital del fracaso de la reforma educativa que costó miles de millones dólares al Paraguay.
¿Como estamos ahora en lo que es inversión en educación?
La democracia en cierta medida mejoró los estándares triplicando la inversión en educación en comparación con la dictadura, ya que ahora estamos en un 3% del PIB desde hace unos 26 años. Pero en la región la media es del 6% y Bolivia llega inclusive al 8%, siendo el país que más invierte ahora pese a que tenía un rezago similar al nuestro. Mientras que la Unesco habla de un 7% como un valor mínimo.
¿Cuales son los problemas actuales en la formación?
Hay un primer problema que es la cuestión de la inversión en términos económicos y la otra es que hay que hacer un replanteo completo de la educación y para eso tenemos que buscar soluciones.
¿Cuáles serían estas soluciones?
Si yo tuviera que decirte la solución te diría que tenemos que ir a modelos como el que implementó Rafael Correa en Ecuador, con clases primarias que empiezan a las 8 am y terminan a las 3pm y el maestro está en el aula durante todo este tiempo enseñando y corrigiendo las materias. Por lo cual no hay un maestro cansado de doble turno ni tampoco estudiantes que solo pasan 4 horas en el aula y que aprenden en muy poco tiempo todo lo que debieran porque podrían no estar bien alimentados o no hay un buen sistema.
¿Con respecto a los docentes?
Rafael Correa paga unos G. 8 millones por mes a los docentes, pero cada 2 años hace una evaluación para saber si son capaces de estar frente a los alumnos o no. O sea, hay que hacer una reingeniería completa del docente que es la clave de cualquier proceso educativo.
¿El Gobierno posee alguna herramienta para hacerlo?
Se debería empezar un proceso gradual, y ahora con las becas Carlos Antonio Lopez podríamos utilizar esto como plataforma de formación de cuadros. Para que entiendas, en Paraguay hay 56 universidades y entre todas juntas no tienen la cantidad suficiente de maestros para enseñar ni en 1 de ellas. O sea, la crisis universitaria es más compleja porque no hemos formado cuadros para este propósito.