Brasilia, Brasil. AFP.

El presidente de la Cámara de Diputados brasileña entregó el pedido de destitución de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff a su par en el Senado, que ahora tiene las llaves de la crisis. Eduardo Cunha transmitió al senador Renan Calheiros el informe que recomienda el impeachment de Rousseff, aprobado el domingo por una aplastante mayoría de los diputados (367 votos a favor, 137 en contra). Cunha ya había anticipado que podría llevar el informe personalmente para acelerar el desenlace de una saga que paraliza a la principal economía latinoamericana, golpeada por la recesión. "Brasil necesita salir del fondo del pozo y tenemos que resolver esta situación lo más rápido posible. El Senado debe darle celeridad", declaró el legislador, sobre quien pesan sospechas de corrupción.

Las presiones sobre el Senado para dar el empellón final a Rousseff venían también de sectores productivos. "Llamamos al Senado Federal a dar seguimiento a las acciones emprendidas hasta ahora, en el sentido de avanzar en los cambios deseados por la sociedad", afirmó la poderosa Confederación Nacional de Agricultura (CNA) en un comunicado.

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Brasil se encuentra así en una situación de incertidumbre a menos de cuatro meses de la inauguración de los juegos Olímpicos de Río, con una presidenta al borde de la destitución, en tanto que su vicepresidente Michel Temer, acusado por Rousseff de "traidor", prosigue sus contactos para formar un nuevo gobierno. "Habrá un nuevo gobierno en el momento en que el Senado por mayoría simple separe a la presidenta de su mandato", dijo Romero Jucá, senador del PMDB, el partido de Temer.

El 11 de mayo bastará la mayoría simple

El Senado debe discutir y someter a votación plenaria la apertura de un juicio de impeachment de Rousseff, acusada de manipulación de las cuentas públicas. "La estimativa es que esa definición ocurra hacia el 11 de mayo", indicó la estatal Agencia Brasil. Si la moción se aprueba y el juicio se instala, Rousseff sería separada transitoriamente del cargo y sustituida por Temer, en espera de que los propios senadores declaren en un plazo máximo de 180 días a Rousseff culpable o inocente. En la primera hipótesis, Temer concluiría el mandato, hasta fines del 2018. Según la prensa brasileña, la oposición ya cuenta con la mayoría simple del Senado (de 81 escaños en total) necesaria para hacer avanzar el proceso. Dilma, de 68 años, considera que es objeto de un "golpe de Estado" y piensa recurrir a la vía judicial para frenar el proceso de destitución, en el Senado.

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