Este lunes fue presentado el nuevo entrenador de Nacional, cuya dirigencia aceptó en la víspera la renuncia del argentino Hernán Lisi, que optó por dar un paso al costado tras perder ante Sol de América por 3-0.
Tuvieron que pasar casi 49 años para que Mario Jacquet volviera al pisar el Arsenio Erico. No en calidad de entrenador visitante, que muchas veces lo hizo, sino para dirigir al equipo local.
Fue en el club Nacional que el entrenador de 69 años inició su carrera como futbolista. Defendió la casaca tricolor entre las temporadas 1962 y 1967. De allí la emoción y alegría de retornar al lugar donde una exitosa historia deportiva comenzó.
"Estoy feliz de volver aquí, le debo mucho al club Nacional", fueron las primeras palabras de un agradecido Jacquet, durante la conferencia de prensa que brindó tras dirigir su primer entrenamiento. "Nacional es una institución ejemplar, nunca sale una noticia de un jugador que no cobra o que fue echado por indisciplina", agregó.
El entrenador también se mostró "feliz por el grupo que encontré, profesionales y buenas personas". "Deben entender que defienden una camiseta con historia", recalcó, comentando que conversó con "cuatro jugadores que antes eran titulares".
"El plantel tuvo un impulso frenético hoy. Eso me levantó la moral. El tema pasa por lo anímico, conozco al plantel, algunos fueron campeones, otros finalistas de Copa Libertadores. Espero muchas cosas de un plantel rico como este", siguió diciendo.
Mario Jacquet, cuya continuidad en el segundo semestre depende de la campaña que realice en lo que queda del Apertura, dejó en claro igualmente que en el plantel "nadie es imprescindible. Todos deben de sentirse igual de importantes y partícipes de lo que hagamos". "Somos un equipo", sentenció.
Nacional, con 18 puntos, marcha antepenúltimo en la tabla de posiciones. Comenzó el torneo con la conducción del argentino Ricardo Dabrowski, quien luego fue sustituido por su compatriota Hernán Lisi. Finalmente, la dirigencia decidió volver a la escuela paraguaya.