Así como hace algunas los jugadores dieron un clarísimo mensaje al celebrar con César Farías los goles convertidos al Corinthians, Gustavo Morínigo, el sucesor del venezolano, también dejó un mensaje contundente tras debutar en el banco de Cerro Porteño.

Su equipo perdió 4-3 ante Guaraní, en un partido en que el entrenador alistó un equipo ciertamente alternativo, con Jonathan Fabbro de titular y Fidencio Oviedo en el banco de suplentes. El primero fue sustituido en el segundo tiempo, el segundo no tuvo oportunidad de jugar.

Al preguntársele sobre el cambio del argentino nacionalizado paraguayo, Morínigo no entró en los argumentos de las explicaciones tácticas o el cansancio que acostumbran a dar los entrenadores. Fue directo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

"Lo de Jonathan no me gustó, porque caminó mucho. Hizo lo que pudo, pero decidí cambiarlo", afirmó el DT, para seguidamente explicar: "Lo iba a cambiar antes, pero le di más tiempo. Le había dado una responsabilidad y no pasó nada".

Tomando como ejemplo lo hecho con Fabbro, Morínigo aprovechó para hacer público el mensaje que, según manifestó, ya le había dado ante a sus nuevos dirigidos: "Avisé a los jugadores que no me va a templar el pulso para sacar a alguien en el minuto uno, cinco o diez. Y eso va para todos".

Al terminar el partido, se le preguntó a Jonathan Fabbro por las declaraciones de Gustavo Morínigo, pero el futbolista evitó generar una polémica. "El cambio fue táctico, hay compañeros que están en gran forma y con posibilidades de jugar", se limitó a responder.

Para muchos, tanto periodistas como hinchas, Fabbro y Oviedo son considerados los líderes, "caudillos", del plantel azulgrana. El destino de un entrenador depende del protagonismo que ambos tengan en el equipo.

Pero, ahora que Morínigo anunció públicamente su postura, ¿se arriesgarán a reclamar la titularidad justo cuando son los más criticados?

Déjanos tus comentarios en Voiz