Las relaciones afectivas no se escapan a los cambios que han traído consigo la revolución tecnológica, una era en la que las personas tienen múltiples canales para interactuar y expresar sus sentimientos.

En menos de una década el mundo pasó de las tradicionales cartas escritas a puño y letra por las parejas de novios, a trinos en Twitter, mensajes en Facebook y emoticones de WhatsApp. ¿Será que todo tiempo pasado fue mejor?

En una era en la que las personas tienen menos tiempo para interactuar con los demás y entablar relaciones afectivas, sin duda, la tecnología se convierte en una solución efectiva.

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Basta recordar el éxito de herramientas como Tinder, la aplicación móvil con la que las personas pueden conectarse e incluso acordar una cita. Con más de 50 millones de usuarios en distintas latitudes, esa plataforma demuestra que las estrategias para conseguir pareja definitivamente han cambiado.

Y es que según una investigación de la red social Badoo, el 39% de los estadounidenses pasan más tiempo socializando en línea que de manera presencial. Ese indicador está un tanto por encima del registro de Reino Unido (36%) y Alemania (35%).

Dicho resultado plantea un enorme interrogante, dado cada vez parece más claro que las relaciones humanas requieren de la mediación de las herramientas tecnológicas, y en especial de las redes sociales, para que funcionen.

La hiperconectividad, un concepto acuñado por el teórico francés Gilles Lipovetsky para referirse al impacto del internet en la vida cotidiana de las sociedades modernas, ahora es una realidad.

Por ello Andrea Bonior, autora de la investigación de Badoo, advierte que "es crucial que la gente se tome el tiempo para cultivar sus amistades con algo más que una simple 'actualización de estado' en las redes sociales".

"Corremos el riesgo de dejar de lado las experiencias emocionales verdaderamente satisfactorias", argumentó Bonior, al explicar los radicales cambios que afrontarán las relaciones humanas en los próximos años.

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