POR: CARLOS ALBERTO GÓMEZ @CarlosGomezPy
FOTOGRAFIA: Aníbal Gauto.
AGRADECIMIENTO ESPECIAL: La Alondra Hotel Factoría
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Siempre trató de estar vinculada al mundo público, manteniéndose informada sobre la realidad nacional, muchas veces formando parte del debate. La recordamos liderando un espacio de jóvenes, Techo en Paraguay, desde donde denunciaban la falta de políticas públicas para atender la problemática habitacional, motivo suficiente para movilizar masivamente a jóvenes a construir viviendas de emergencia, en conjunto con las familias que vivían en condiciones inaceptables.
Soledad Núñez cuenta con más de 8 años de experiencia trabajando en asentamientos urbanos y rurales, desde el trabajo comunitario.
"Cuando me plantearon la oportunidad de formar parte del Gobierno, me invadió un miedo gigante, burocracia y corrupción, fue lo primero que pensé. Pero después reflexioné: 'rechazar esta posibilidad, hubiera sido la incoherencia más grandes de mi vida'".
Con un año en el cargo, ha demostrado con hechos que la voluntad sumada al control y transparencia le permitieron derribar sus grandes miedos: "burocracia y corrupción". Eso no es todo, ya que recientemente ha logrado un récord en soluciones habitacionales durante el 2015, al mismo tiempo se ha encargado de limpiar la institución, denunciando a funcionarios corruptos y exigiendo más responsabilidad a los contratistas del Gobierno.
La ministra de Senavitat se declara workaholic (adicta al trabajo) y es una de las pocas que acostumbra dejar su cómoda oficina para hacer visitas sorpresas y controlar el avance de obras. "Es muy distinto a esperar un informe en tu oficina, las visitas sorpresa me dan la situación real de un proyecto y presionan a los empresarios a cumplir con los plazos, y a nosotros liberar los recursos en tiempo y forma".
En esta entrevista con La Nación, asegura que observa las cifras de su gestión con un sabor agridulce, invita al sector privado a invertir en tecnología, porque si hablamos de crecer en volumen, en un plazo menor, de la manera en que venimos haciendo no va a ser suficiente, y redobla la apuesta para este año, además de sumar un nuevo criterio: "el desafío actual ya no es solo dar techo, sino hacer ciudad".
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-10.095 viviendas sociales entregadas en el 2015, seis veces más que en el 2014. Todo un récord, incluso para el propio Gobierno.
-Tomamos estos resultados con muchísima humildad, ya que entendemos que nos queda demasiado por hacer. Esto significa: trabajo coordinado con otras instituciones, sector privado cumplidor, comunidad colaboradora, funcionarios comprometidos en toda la cadena. Fue un salto significativo, ya que se venían construyendo, aproximadamente, 1.700 viviendas/año promedio. No fue fácil llegar a estos números, ya que la inclemencia del tiempo marcó el último trimestre del 2015.
-Ingresas a una institución bastante golpeada por la corrupción, y además observada constantemente por su bajo nivel de productividad ¿Qué cambió en la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat?
-Elegir las batallas. Cuando entramos, elaboramos un mapa situacional, sabíamos que teníamos que elegir las batallas, había tanto por hacer, y uno tiende a perderse cuando intenta hacer todo a la vez. Es así que definimos las tres más importantes: Transparencia y participación ciudadana, control de obras (paradas y en ejecución), para eso contratamos más de 100 fiscales de obras, y el trabajo con el equipo de la institución, entendemos que con 10 personas no hacemos patria, necesitábamos incluir a todos.
-¿Cómo cambió el proceso de adquisición de suelo en la institución? Ya que se ha detectado que en el proceso tercerizado, personas ofrecían tierras al Estado, hasta 5 veces más caras.
-Con 2 meses en el cargo, decidí suspender el proceso de compra de tierras de manera tercerizada, tuvo –por supuesto– un cierto costo, ya que la decisión tocaba muchos intereses. Los costos a los que accedía el Estado eran muy elevados y teníamos la necesidad de ahorrar en ese proceso, para destinar ese dinero a la construcción de más viviendas. Teníamos un proceso de especulación donde un intermediario identificaba un suelo, compraba a precios muy bajos, lo elevaba por 5 veces y terminaba ofertando al Estado, ya que conocía el límite de que manejaba el Fondo Nacional de la Vivienda Social. Cuando uno piensa un lote, por G. 12 millones, no parece caro, pero cuando analizas por m2 o por hectárea, descubrimos que los valores se inflaban, sin agregar ningún valor al suelo. La solución es un banco de suelo, un sistema informatizado y planificado, que nos ayudará a ahorrar entre 50 a 60%. Las compras además se hacían de manera desordenada, en cualquier sitio, sin planificación.
-Hablando de compras desorganizadas, y una falta de planificación a la hora de ejecutar un programa habitacional. Hoy la tendencia no es solo dar techo, sino hacer ciudad.
-Tal cual. No podemos seguir distorsionando territorios, un programa de vivienda no debería tener ese efecto. Si voy e implanto 100 viviendas en medio de la nada, la comunidad inmediatamente empezará a pedir, caminos, escuelas y centros de salud, volviendo al Estado más ineficiente. Trabajamos en ampliar esa visión unidimensional de la vivienda, como elemento aislado, y pensar en ciudad y territorio, en conjuntos habitacionales.
-¿Cuánto le cuesta al Estado, retomar una obra inconclusa y qué cantidad de proyectos se encuentran en esa situación?
-No encontramos una base de datos que nos indicara, a nivel país, en qué situación se encontraban los proyectos. Muchas incongruencias, informes técnicos que no coincidían con los administrativos y jurídicos. Contrademanda por parte de las empresas, falta de pago del Estado, fiscales de obras que certificaban avances inexistentes. Significó organizar un equipo, encontramos 120 proyectos inconclusos, eso significa, 3.500 viviendas paralizadas en todo el país. En todas hubo un desembolso del 50% en concepto de anticipo. Hoy están reactivadas más de la mitad, y para eso se necesitan 5 veces más recursos, en comparación a una nueva.
-3.500 viviendas paralizadas, sobrecosto tremendo para el Estado. ¿Qué se ha hecho para evitar que empresas de maletín se queden con las licitaciones?
-Gran parte de la situación que se dio, en todos estos años, fue porque las firmas que se presentaron a las licitaciones eran empresas de maletín. Estructuras que fueron montadas con el objetivo de quedarse con el 50% de anticipo que pagaba el Estado. Existen algunos casos emblemáticos denunciados por este gobierno, que fueron llevados a la Fiscalía. Denunciar, no tolerar el robo, cuidar el dinero e insistir con el proceso de fiscalización, no tengo problema en dejar la oficina e ir y hacer visitas sorpresas para controlar la ejecución y la calidad. Al mismo tiempo, entre todo lo malo que estamos tratando de corregir, quiero recordar que también existe un sector privado responsable y cumplidor, nos piden siempre que hagamos esta aclaración para evitar estigmatizarlos.
-Hablemos de la ambiciosa meta del Gobierno para el 2018. Una ambición que en principio no fue acompañada de gestión, tanto que motivó el cambio, que te trajo a liderar este equipo.
-Nuestro norte es lograr una producción anual de 40.000 viviendas. Creemos que el país, por su condición sociodemográfica y de mercado, tiene la posibilidad de ofrecer esta cantidad. No solamente para familias en situación de pobreza, también incorporar a los sectores de ingresos medios. Con 10.000 viviendas atacamos el crecimiento vegetativo, el siguiente paso es acercarnos a 40.000 viviendas para lograr reducir progresivamente el déficit habitacional a nivel país, creo que este año y el 2017, sentaremos las bases para llegar a ese nivel, en el 2018.
-Se enfrentan a un problema importante, encontrar personal calificado para fiscalizar y controlar obras a nivel país, ¿Cómo solucionamos ese problema que impacta directamente en el nivel de productividad?
-La producción de profesionales desde la universidad es demasiado importante. Necesitamos ingenieros y arquitectos. Quizás la solución podría ser repensar una carrera intermedia, con una formación de 3 años, como lo tiene la Universidad Politécnica en España, de control de obra o residente, que fue una opción creada ante el boom inmobiliario que vivió en su momento el país. El objetivo debería ser crecer en volumen de profesionales y tener a la tecnología en nuestras manos. El sector privado juega un rol fundamental en ese proceso, ya que tiene que invertir en desarrollo e innovación, si queremos crecer en volumen en plazos menores. En algunos departamentos del país también es muy difícil encontrar mano de obra de calidad, es lo que nos manifiestan las empresas.
-En cuanto al déficit habitacional, existen cifras muy dispares en torno a los números que contabilizan este problema que nos afecta como país hace tantos años. ¿Qué mediciones tienen al respecto?
-El déficit total, según el último estudio que se realizó en el 2008, habla de una cifra de 1.200.000 viviendas. El 13% del total es un déficit cuantitativo, eso significa: requerimiento de vivienda nueva, el 87% restante es un déficit cualitativo, donde las viviendas existen, pero deben ser ampliadas o mejoradas, y necesitan acceso a servicios básicos (agua y saneamiento), esta precariedad hace que el déficit cualitativo suba considerablemente. Los dos problemas se deben atender con políticas diferenciadas, nuestro país se centró casi exclusivamente en los últimos años en la construcción de viviendas de cero.
-El déficit habitacional, que según las estimaciones alcanza al 17% de la población en Paraguay, tiene varios motivos, pero aparentemente influye con más fuerza el problema para el acceso al crédito y falta de planificación urbana.
-Paraguay está viviendo un proceso de urbanización muy importante, si bien estamos por debajo de la media en América Latina, en términos de población urbana versus población rural, el proceso se ha dado sin una correcta planificación que desencadena en cinturones de pobreza, de familias que migran y no encuentran oportunidad en la ciudad, asentamientos precarios sin los servicios básicos. Y en segundo lugar, la ausencia de productos financieros en el mercado que ayuden a facilitar, a largo plazo, una adquisición de vivienda para sectores medios, emergentes o que pagan un alquiler a precio muy elevado por algo de mala calidad, cuando podría pagar el mismo monto, en concepto de un crédito para la casa propia.
-Para lo primero, tenemos una respuesta clara: oportunismo político, que nos evita crecer con planificación; pero en el tema del crédito, te leía diciendo que las tasas de interés podrían bajar un poco más. El sector financiero te respondió y señaló que estos son los precios del mercado.
-Es donde creo que debería involucrarse más el Estado. El sector privado te pone un límite, hay que reconocer que tenemos un mercado financiero bastante conservador donde muy poca gente tiene acceso al crédito, entonces ver cómo podemos contribuir con garantías desde el sector público. En Chile, por ejemplo, el Estado consiguió que el sector financiero preste plata a los sectores vulnerables, creando incentivos para la banca, como: un subsidio al buen pagador, cargando con los gastos administrativos, estableciendo un subsidio al remate. Son incentivos que dan tranquilidad al sector financiero, lo único que tenemos que hacer es captar las experiencias positivas de otros países, es un poco el beneficio de vivir un proceso tardío de urbanización, respecto a América Latina y el Caribe.
-Recuerdo el reclamo de los productores de cerámica, que exigían ser incluidos en los grandes proyectos. Les respondiste: Necesitamos innovación, para crecer en volumen ¿Acompañan o no ese proceso?
-Si hay un interés manifiesto, pero lo que necesitamos ahora son resultados concretos. Pero cuando hablamos de innovación, no quiero reducir la discusión a materiales prefabricados versus materiales cerámicos, ya que se pueden combinar los elementos. Reclamo más bien, y es la invitación que acerque al sector, procesos industrializados de construcción, donde se estandarizan los procesos, por ende se acortan los plazos y ganamos volumen. Hoy el sector público compra 5 veces más a la industria cerámica, entonces el reclamo fue puntual, sobre el proceso de construcción de viviendas en RC4, pliego que ya nos hemos comprometido a revisar.
-El Gobierno insiste, a pesar de la oposición de un sector del barrio Zeballos Cué, con la construcción de las viviendas en el predio cedido por RC4
-Es uno de los proyectos que, me animo a decir, representará un cambio entre lo que conocemos hasta ahora sobre políticas de vivienda, una visión diferente de ciudad. No son solo casas, tenemos la intención de extender el barrio Zeballos Cué y además dar solución de manera estructural a las familias que se encuentran hoy en los bañados. Para que el proyecto sea exitoso, tenemos que lograr integración social, es por eso que el nuevo conjunto habitacional integrará a familias de Zeballos que necesitan viviendas con las familias que llegan desde el bañado. Escuela, salud, lugar para esparcimiento, centros comunitarios, iglesia, generación de puestos de empleo.
-El Grupo Impulsor Gran Asunción advierte que existe la posibilidad de perder un importante espacio verde ¿Se han hecho estudios de impacto ambiental? ¿Qué recomendaciones se toman para el proyecto?
-Se realizaron todos los estudios de impacto ambiental que corresponden, justamente atendiendo la cuestión medioambiental, se ha contemplado una zona de amortiguamiento entre el Jardín Botánico y Zoológico de Asunción y el predio del RC4. Hay que contar también que las 1.000 viviendas que se pretenden construir en esta primera etapa se desarrollarán en 17 hectáreas, donde ni siquiera existen árboles, por lo que no se puede hablar de deforestación, y además están próximas al estadio Roberto Bettega, no al Jardín Botánico y Zoológico de Asunción. Existe un temor legítimo por parte de los vecinos, al hablar de personas que vienen desde los bañados, y de lo que eso puede significar en materia de inseguridad, pero creemos que esos prejuicios, ese interés personal, no pueden estar por encima del interés general.