Por Antonio López

antoniolopez@lanacion.com.py

La Justicia Electoral es sin dudas un importante organismo en el sistema democrático que impera en el país. Por tanto, debe, necesariamente, ser de una transparencia intachable, ya que uno de sus principales objetivos es el de proclamar a las autoridades electas en los distintos comicios que se llevan a cabo en el país. Sin embargo, y a través de diversas publicaciones periodísticas, se vienen conociendo hechos que hacen temblar su estructura y que, lamentablemente, tiene mucho que ver con el accionar de los partidos políticos, y de algunos políticos en particular, que no "escatiman" esfuerzos para colocar en esa institución a sus operadores.

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Pero claro, ya el origen de esta institución clave tiene falencias desde el momento mismo en que las propias autoridades son cupos de partidos políticos, hecho que desde luego es un condimento que atenta contra el sistema democrático. Y es eso justamente lo que los "organismos de poder" del país no entienden, por lo que de no darse un importante giro, es muy poco lo que se puede esperar para cambiar definitivamente la cara del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Según las denuncias; denuncias que en la mayoría de los casos son probadas, la Justicia Electoral está plagada de planilleros, "funcionarios" estos que son colocados por partidos políticos y dirigentes políticos (parlamentarios en su mayoría) que tratan de esa manera "custodiar" las cuestiones electorales, y de paso, ir "juntando" votos para las elecciones que les darán nuevamente un cargo desde donde seguirán "mamando" lo que el pueblo paga. Las denuncias demuestran una total falta de transparencia en la institución; falta de transparencia que "toca" a las principales autoridades del organismo electoral.

Es cierto, el "planillerismo" lamentablemente es más que una "institución" en el país, pero hay que, de alguna forma, poner punto final a ese flagelo que está carcomiendo a las distintas instituciones que forma parte de la estructura de poder en el Paraguay.

Es también hora de que los propios partidos políticos y dirigentes políticos tomen conciencia de que no se puede seguir manteniendo un estado de cosas que visiblemente son perjudiciales y están fuera de lugar dentro de un sistema que pretende, o que por los menos el pueblo pretende, sea lo más transparente posible.

No obstante hay que reconocer que se está trabajando en hacer limpieza dentro de las distintas instituciones estatales, pero lo que no deja de ser indignante es el porqué se llegó a esta instancia. Es saludable el proceso de depurar el funcionariado público, pero no está mal escarbar hasta el fondo de esa cuestión que hizo que las instituciones estatales se llenaran de personas que nada tienen que hacer dentro de las mismas.

Y es por eso que la Justicia debe obligatoriamente "meter la mano" en el TSJE, y de ser necesario en otras instituciones, a los efectos de que ir esclareciendo todas las denuncias, muchas de ellas comprobadas, para limpiar los entes del flagelo del "planillerismo". Y en el caso específico del Tribunal Superior de Justicia Electoral, la limpieza debe venir cuanto antes, ya que en un abrir y cerrar de ojos, llegará un nuevo periodo electoral para lo cual se necesitará que la institución esté realmente sana.

Pero lo fundamental es que hay que entender que los privilegios deben terminar de una vez en el país. El sistema democrático paraguayo necesita de una transparencia al cien por ciento para seguir funcionado. Y la Justicia Electoral es un organismo clave en este sistema, por lo que no debe importar quién caiga ya que, y aquí recurro a una frase hecha pero no menos cierta, los intereses de la mayoría están por encima de los intereses particulares. Si esto no se entiende, no se puede esperar cambios importantes en el país.

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