Enrique Fausto Bacchetta Chiriani (49) es abogado de profesión, fue presidente del Colegio de Abogados del Paraguay desde el 2002 hasta el 2004, además integró el Consejo de la Magistratura en representación de sus colegas; como miembro del Consejo de la Magistratura, llegó hasta el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, donde ocupó la presidencia del órgano constitucional.
- Por: Carlos Alberto Gómez @carlosgomezpy.
- Fotografía: Christian Meza.
- Agradecimiento especial: La Alondra Hotel Factoría.
No trata de aparentar ser el bueno de la película, papel que muchos interpretan en la política paraguaya, con mucho éxito. Bacchetta asegura que aprendió a decir las cosas como son, aunque admite que ese estilo puede caerle mal a muchos. Es lo que recientemente le ha ocurrido con el presidente de la República, ya que se animó a enfrentar al primero del Ejecutivo por defender a su colega y amigo, el senador Mario Abdo Benítez, en una pulseada por manejar la ANR, donde ganó el Presidente.
Comprende perfectamente el costo que supone hacer oposición al Gobierno, Enrique además habla de la traición como si la conociera de memoria, ya que asegura que lo han traicionado en reiteradas ocasiones. En esta charla con La Nación, que costó bastante, ya que se encuentra haciendo campaña por su hermano, Claudio Bacchetta, que quiere llegar al Consejo de la Magistratura, habla de la influencia que todos le reclaman sobre el Poder Judicial, además del impasse con el Ejecutivo, que tiende a no resolverse, y aprovecha para dar su pronóstico sobre el partido con miras al 2018.
-Quiero iniciar hablando del Poder Judicial, pilar fundamental de nuestra democracia. Podemos enumerar, a tu criterio, las cosas que no funcionan en dicho poder del Estado.
-Hoy los magistrados no tienen seguridad, saben que pueden ser cambiados en cualquier momento y recibir influencias externas. Sigue la discusión en torno a la inamovilidad, desde 1992, cuando los constituyentes así lo decidieron, justamente para dar a los magistrados esa tranquilidad en el cargo para que puedan dirimir conflictos con tranquilidad y objetividad. Si bien la selección es política, los ministros de la Corte al llegar al cargo ya no le deben nada a nadie. Se necesita más publicidad de la gestión de los ministros, implementar esto de las sesiones públicas, por ejemplo. Además, es muy complicado el acceso a las jurisdicciones, les daría más poder a los jueces de Paz, el pobre no puede acceder al Poder Judicial. En tercer lugar, la mora judicial un mal endémico, la Corte debería dar el ejemplo, pero por el contrario acumula expedientes sin resolver. También están las chicanas jurídicas que realizan abogados y jueces, que deberían tener un límite.
-Mientras esta arquitectura siga intacta, es imposible hablar de fortalecimiento institucional en nuestro país.
-Mientras no exista seguridad, toda esta estructura va a seguir dependiendo de alguien, y si existe ese vínculo, es lógico pensar que la Justicia es fácilmente influenciable. Es muy difícil tener tranquilidad con una justicia así, ni dar la garantía a los inversores que quieren apostar al país. No corresponde que los ministros tengan que estar pasando, cada cinco años, por una confirmación que le da la clase política.
-¿Qué opinás de eso de que los políticos ni siquiera deben aproximarse al organismo o sistema de elección de jueces y fiscales?
-Siempre pensé que el Consejo de la Magistratura debería ser conformado por abogados de pasillo, sin cargos públicos, y que los ocho tengan la misma condición, sin depender de ninguno de los poderes del Estado. 44.000 abogados pueden elegir a esos miembros, ya que conocemos a nuestros colegas. Te digo más, ni siquiera necesitan ser todos abogados, también podrían estar médicos, economistas.
-Estuviste en el Consejo de la Magistratura, un organismo bastante político. Hoy, ¿creés que ese Consejo está prácticamente manejado por el Ejecutivo?
-Totalmente, manejado hoy por personas que forman parte del Poder Ejecutivo, el Consejo de la Magistratura está totalmente rendido ante el asesor jurídico de la Presidencia, Sergio Godoy, y el procurador general de la República, Roberto Moreno. Ellos son los que disponen qué se hace o no, no sé si por orden del Presidente o invocando a Cartes. Desde el quincho de Mburuvicha Róga se habla de la futura Corte Suprema de Justicia, eso ya te da una idea.
-¿Cómo calificás la gestión de Enrique Riera en el Consejo de la Magistratura?
-Enrique es una desilusión para mí, se convirtió en un perrito faldero. Teniéndolo todo, un estudio jurídico de 100 años de tradición, un hermano que es uno de los mejores abogados del país, él se somete a las órdenes de Sergio Godoy e (Roberto) Ilo Moreno. Esperaba más personalidad de él, si bien es representante del Ejecutivo, pero no hace falta que exista esa relación de dependencia total. Para que veas, el Partido Colorado fue muy sabio, ya que lo ubicó en la lista de Senador en el lugar 45 y quedó fuera (risas).
-¿Por qué creés que los casos de políticos, involucrados en corrupción, nunca avanzan?
-Lo que pasa es que estamos ante casos muy sonados, bien manejados por la opinión pública. El político, como cualquier otro ciudadano se defiende, si hacemos un paralelismo con otros casos particulares, desconocidos, te vas a dar cuenta de que es igual, es la historia de nuestros tribunales. Lo que hay que entender es que el procedimiento no es inmediato, a veces terminan siendo muy extenso, además tenés a los abogados chicaneros, que por suerte ya están empezando a ser sancionados. A veces depende mucho también de la investigación fiscal, la investigación tiene que ser sólida, y no nos olvidemos que los agentes fiscales a veces actúan con temor al tocar a un político, esa es la realidad.
-Tu extremada influencia en el Poder Judicial, algo que solemos escuchar, ahora, ¿es verdad que hacés uso de esa influencia?
-La influencia que tengo no es por el cargo político que ostento en el Parlamento, sino por mi trayectoria en el Poder Judicial. Yo camino por ahí desde 1986, recuerdo que iba a buscar casos a Tacumbú, nadie me cree, pero eso hacía, es que no tenía papá abogado y en serio quería entrar en el circuito porque me sentía preparado. Así fui construyendo ese poder, que me pertenece, que lo construí paso a paso.
-En el 2013, durante una acalorada discusión, tu colega Carlos Filizzola dijo que sos "uno de los reyes del tráfico de influencia en el Poder Judicial", parece que es la idea que tienen muchos, ¿por qué?
-Y sí, por mi trayectoria de vida, lo que te puedo asegurar es que a mí nadie me regaló nada. Empecé de abajo: suplente, titular, vicepresidente segundo, vicepresidente primero, para llegar a la presidencia del Colegio de Abogados del Paraguay, participé en varias campañas para el Consejo de la Magistratura, recientemente me rompí para ser senador porque en verdad quería llegar a este cargo. Eso de la gran influencia es mucho la imaginación de la gente, si uno aprecia al colega jamás le va a pedir algo que pueda llegar a perjudicarlo.
-La que tiene una postura bastante crítica hacia tu persona es la abogada Kattya González, que le advirtió en su momento a Cartes, que íbamos a ser uno de los que impediría la renovación de la Justicia.
-No tengo nada contra ella, nunca le creé ningún problema, es más, de abogada yo no la conozco, un día apareció siendo titular de un gremio, pero después no la registro. Creo que la colega está siendo manipulada, quizás existan personas en su entorno que no me quieren, y son las que le dicen cosas sobre mí. Yo estoy tranquilo, soy una persona pública y me someto a juzgamientos permanentes, que diga lo que quiera de mí, siempre que no me ofenda o se meta con mi familia.
-¿Creés en la independencia del Poder Judicial? ¿Cómo lograrla?
-Y depende de las personas, mientras tengamos integrantes de la Justicia genuflexos, que cada vez que suba el poder de turno van y se rinden a sus pies, la situación no mejora. No sé por qué, hoy día, ministros de la Corte deben ir a rendirse y recibir órdenes, si saben que son inamovibles. Mientras tengamos personas endebles, vamos a tener una justicia con poca solidez, necesitamos magistrados con personalidad. No todos, pero una gran parte cumple órdenes a rajatabla.
-Defendiste la inamovilidad de los ministros de la Corte, ¿es ese el camino?
-Mi posición siempre fue la de defender la inamovilidad, es que no puedo desconocer la historia, no es nuevo esto de que cada presidente que asume quiere una Corte a su medida. En el 2003 recuerdo que fui duramente criticado cuando era presidente del Colegio de Abogados y Nicanor Duarte Frutos decidió "pulverizar" a todos los ministros de la CSJ, advertimos que era solo un cambio de nombres, hoy, varios años después, se comprueba que fue así, es lo mismo que quieren hacer desde el 2014.
-Se destrabó el juicio político a los ministros de la Corte, dos de los tres acusados tienen cuestionamientos muy graves, ¿nadie piensa hacer algo en el Senado?
-Ahora lo que se logró es un pacto entre Blas Llano y el presidente de la República para sacar a dos liberales y dos colorados y que se repartan los cupos. O me va a decir el senador Miguel Abdón Saguier que ahora se dio cuenta de todas las irregularidades cometidas en el cargo por su correligionario. Cuando caemos en el pacto político no nos libramos de la hipocresía, si queremos transformar realmente la Justicia tenemos que remover a todos los ministros de la Corte, quizás con algunas excepciones, lastimosamente todos tienen un "pero", es una decisión difícil, pero decidir políticamente solo castigar a algunos y salvar a otros, me parece hipócrita. Aun así creo que hay que darle un corte definitivo a este tema, lo lógico sería después de Semana Santa.
-Esto de no apoyar ciegamente al Presidente, como lo hacen algunos de tus correligionarios, es motivo suficiente para que te llamen traidor. ¿Qué pasó, al principio todos estaban juntos?
-Cartes antes de la campaña de la ANR, para renovar autoridades, resolvió que el senador Mario Abdo Benítez sería el candidato impulsado por el oficialismo, pero luego por el camino el Presidente cambia de opinión, quién sabe por qué. Es ahí donde se forma el G-15, grupo disidente de 15 senadores que le pedía al Presidente respetar lo conversado, pero fue imposible y tuvimos que articular un equipo que conteste al proyecto de Honor Colorado. Lastimosamente el Presidente tiene un equipo de mordedores profesionales a su lado, y muchas veces no cuenta con tiempo para corroborar todo eso que le dicen y se queda con una idea errada.
-¿Y cómo ves este acercamiento de Mario Abdo Benítez al Presidente?
-Pasada las elecciones no ganamos, pero construimos un equipo interesante. Meses después, "Marito" volvió a hablar con el Presidente, pero en esa vuelta Horacio vetó 3 nombres: Julio César Velázquez, "Calé" Galaverna y Enrique Bacchetta. Nos vetó porque le dijimos muchas verdades y las verdades a veces duelen. Así que yo les recomendé a los compañeros: "si están locos por ir y hablarle, vayan, por mí no se preocupen". Varias veces me invitaron "volvamos a hablar con el Presidente, manteniendo nuestro perfil", y yo le dije: "tengo claro lo que tengo que hacer, y me voy a mantener firme, cueste lo que cueste". Y si, aunque suene ilógico, yo me pelee con el Presidente por "Marito", no voy a aceptar que él se vaya a hacer negociaciones con el Ejecutivo con mi voto, que me llamen a mí si quiere saber cómo voy a votar.
-Si bien falta más de un año, para calentar motores con miras a las generales del 2018, dicen que los políticos, ni bien asumen, ya piensan en la siguiente elección. ¿Cómo ves a la ANR?
-Mal, creo que la mala gestión del Gobierno afecta nuestras posibilidades, los gobiernos son medidos por sus obras, pero también el partido está siendo observado. No se pudo hacer realidad todo lo que se prometió, creí que con este gobierno íbamos a volar. El Presidente prometió un nuevo rumbo, pero observás su entorno político, y te desilusiona. Eso realmente me sorprende, ya que cuenta con personas de primer nivel en su equipo, y además tiene buenas intenciones, no sé para qué se mezcle con personas como Bachi Nuñez, Roberto Moreno, Sergio Godoy, ¿o me vas a decir que ellos están en el nuevo rumbo? Se está vaciando Acepar, en Essap incorporaron a dos personas para amañar todas las licitaciones del alcantarillado sanitario.
-Coincidís en eso de que no hay una figura fuerte que se está preparando, dentro del partido, para el 2018.
-Lo primero que se tiene que definir es la reelección, que creo se va a discutir este año, es fundamental para entender qué escenario nos espera en el 2018. Creo que Cartes dice que no, pero en realidad sí quiere. Si la reelección no corre, "Marito" va a ser el gran candidato del partido.
-Hablando de la reelección presidencial, públicamente Cartes dijo que no está interesado, ¿qué es lo que escuchan ustedes?
-Si hay reelección, claramente él volverá a ser candidato del partido. Algunos creen que no está interesado, yo creo, por lo que lo conozco, que está con una espina, ya que no pudo plasmar todo lo que él quiso en estos años de gobierno. Falta de experiencia, encarar con fricción las situaciones, rodearse de un equipo que no rindió.