Los méritos que adquirió Fernando Jubero el año pasado llevando a Guaraní a semifinales de la Copa Libertadores después de casi 50 años nadie se lo saca. Pero el partido de mañana ante Emelec, para el DT es quizás el más importante de su carrera hasta ahora –y categóricamente es el de más importancia dirigiendo a Olimpia–, por todo lo que se juega, más allá de tratarse recién de la tercera fecha de la fase de grupos.

Es el partido que puede marcar el destino del Olimpia en el semestre y la presente competencia, en la cual, en teoría, se siente bien casi siempre por todo el recorrido a lo largo de los años, pero hasta ahora no ha podido hacer pesar más esa historia sobre su presente negro.

La primera victoria de Jubero con el cuadro franjeado, nada más y nada menos que ante su exclub, hizo que en ese panorama tan oscuro se pueda ver algo de claridad. Olimpia hizo un buen partido, con mayoría de juveniles, defendiendo y atacando, y con ese antecedente más inmediato el plantel franjeado se instaló ayer en Manta, sede del partido ante Emelec, pensando en que ganar es posible.

Dirigiendo en Copa en condición de visitante (ver infografía), no le ha ido tan bien al DT español. Todos los partidos internacionales los dirigió en el banquillo de Guaraní y de siete partidos solo pudo ganar uno, aquel resonante triunfo ante el Corinthians con el gol agónico de Fernándo Fernández para conseguir la clasificación a cuartos de final. Mañana, en su historial personal, Jubero irá por su segunda victoria jugando como visitante en Copa.