Por Christian Pérez

Con autoridad y merecimiento, Olimpia rompió la maldición ante Guaraní y luego de siete fechas vuelve a festejar un triunfo, que más que nada sirve para levantar la moral, que estaba por el piso luego de seis derrotas seguidas entre torneo local y Copa Libertadores.

El Decano puso un equipo alternativo al que venía jugando la mayoría de los partidos. Jubero se jugó por los varios juveniles como Ferreira, Riveros y Fatecha, quienes no rehuyeron de tamaña responsabilidad y fueron claves para que el equipo recupere las ganas y la frescura perdida desde que comenzó el año.

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A diferencia de otros juegos, Olimpia fue práctico, profundo y muy solidario como equipo. Wilson Pittoni se encargó de distribuir y meter pelotas a espaldas de los laterales de Guaraní, que aportaron poco en la marca y ni que decir en ataque. El equipo de "Chiqui" Arce fue muy monótono, aburrido y muy suave en ataque en el primer tiempo. Los juveniles Cáceres y Giménez (debutante) fueron muy tibios y presa fácil para la zaga franjeada.

El primer tiempo fue de puro dominio decano en cuanto a jugadas de peligro y por momentos en posesión. En la primera aproximación de peligro, Olimpia ya castigó al aurinegro. Tras un doble pared perfecta entre Bareiro y Benítez, el "Zorro", con todo el tiempo que le dieron los zagueros rivales, definió con clase (de zurda) al palo derecho de Aguilar.

El equipo del "míster" no perdió la intensidad y acorraló por todos lados a Guaraní impreciso y con escasas ideas. Es más, el Franjeado pudo aumentar el resultado al término de la etapa inicial, pero Bareiro no tuvo la misma suerte.

En la complementaria, el aurinegro tuvo el sello de "Chiqui", dominó prácticamente toda la etapa, pero de manera horizontal. Con el ingreso de Rodrigo López, fue más molestoso en ataque, pero nunca creó peligro real, a excepción de un cabezazo de "Ro-Ro", que contuvo bien Centurión, quien había reemplazado al lesionado Barreto.

Para cerrar un partido perfecto, Wilson Pittoni firmó el 2-0 final con su especialidad: un tiro libre con clase.

La victoria le devuelve el alma al Decano para medir a Emelec en Copa y Guaraní, colero, no encuentra solución con Arce.

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