Buenos Aires, Argentina. AFP.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, enfrentó ayer la primera huelga de alcance nacional de trabajadores estatales, respaldada por dos centrales obreras en una marcha hacia la Casa de Gobierno, en rechazo a miles de despidos de empleados públicos.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), con 240.000 afiliados en todo el país, organizó la jornada de protesta a la que adhirieron los dos sectores en que se divide la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), junto con partidos de izquierda, comprobó un periodista de la AFP. El mitin desafió un nuevo protocolo de seguridad que reprime los cortes de calles.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

"El argumento para echar a 'ñoquis' (argot, empleado que cobra sin trabajar) ya no se lo cree ni el gobierno. Solo reducen personal", dijo a la prensa Hugo Godoy, líder de ATE. El gobierno macrista había sostenido que las cesantías adoptadas desde que asumió el 10 de diciembre afectan a "ñoquis" y militantes del kirchnerismo (anterior gobierno de centroizquierda).

La movilización por avenidas hacia la Plaza de Mayo desafió el nuevo protocolo gubernamental de seguridad que otorga cinco minutos para despejar la calle a quien se manifieste sin permiso antes de iniciar una represión.

De la protesta no participó la mayoritaria central obrera, CGT, de extracción peronista. Los manifestantes comenzaron bloqueando céntricas esquinas de la capital argentina sin que la policía interviniese para dispersarlos, vencidos los plazos de tolerancia que impone el nuevo protocolo, según mostraron imágenes de televisión. Tras negociaciones de autoridades con los líderes de la protesta, los manifestantes liberaron uno de los carriles de la avenida para permitir el tránsito e iniciaron una lenta marcha hacia el Obelisco donde convergieron las distintas columnas. La concentración en la Plaza de Mayo coincide con la visita oficial del presidente de Francia, François Hollande.

El gobierno cifró en 6.200 los despidos hasta el momento, pero fuentes sindicales aseguran que superan los 20.000.

Déjanos tus comentarios en Voiz