Por Bernt Entschev
Quien es asalariado sabe siempre cuánto va a cobrar fin de mes. Ya el emprendedor, no. Aún así, siempre hay mucha gente deseando tomar el camino del emprendedurismo. A quien está en ese rumbo, le pregunto: ¿usted sabe cuánto tiene que ganar/producir para que el cambio compense?
De modo general, la empresa paga por sus servicios el doble de lo que usted recibe, en función de los impuestos y cargas. Esto quiere decir que su trabajo vale más que dicho valor, obviamente. Es un monto igual o superior a este que usted tiene que obtener para que su emprendimiento pueda valer la pena. Lo que quiero decir con ello es que su negocio puede comenzar pequeño, no son necesarios grandes rendimientos o inversiones.
El contrato de trabajo entre empresas y empleados es bilateral. Tanto el colaborador puede ser despedido en cualquier momento, como puede también dimitirse. Al montar una empresa, usted invierte este juego. Quien va a juzgar sus esfuerzos, servicios y productos es el mercado, no sólo una o dos personas de RRHH o de la dirección de la empresa. En los últimos 30 años, desde que monté mi empresa, esta situación me dio la seguridad necesaria para continuar.
Estuve conversando con algunos emprendedores que comenzaron pequeños y hoy tienen negocios bastante rentables. Uno de ellos me llamó la atención. Se trata de una empresa de arreglo de ropas. En el local, la propietaria y otras tres costureras, hacen trabajos rápidos y pequeños. Pero, la empresaria tiene una red con varias costureras especializadas que actúan como autónomas, recibiendo las costuras más complejas y entregando en un plazo útil. Este esquema ayuda la empresa a que sea mucho más rentable. Ganan todos, quien provee el trabajo y quien lo gestiona.
Con esto, busco mostrar que cada uno debe encontrar su fórmula para hacer un buen negocio. La creatividad, eficiencia y perseverancia es que pueden hacer que un emprendimiento modesto crezca.