POR MARTÍN VILLAGRA

Rubio Ñu fue "leal" y con una especie de "estilo europeo" se quedó con los tres puntos para dejar en ridículo a un Cerro Porteño lagunero, inocente, más enfocado en las ganas estériles y confusos intentos. El conjunto ñuense supo levantarse anímicamente en un momento complicado y estando en desventaja se lanzó arriba para cambiar su suerte, seguir invicto y dar otra gran nota en un viernes "negro" para tumbar a un adversario pretencioso solo en teoría.

Iván Ramírez hizo un gran partido en filas ñuenses. Se comió el mediocampo, además la zona defensiva tuvo un trabajo encomiable. Con proyecciones constantes de Gustavo Velázquez, además de la firmeza de Julio Domínguez, Marcos Acosta y Diego Velázquez. Un equipo que toca bien, que sabe sus condiciones, que entra atento a morder la cancha, utilizando bien el arma del contragolpe, suficiente para sentenciar a un oponente que acabó consumido por la desesperación.

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Cerro Porteño entró para llevarse todo por delante. Con Marcelo Estigarribia inquietante y lanzado con buenas proyecciones. Beltrán, Santana y el propio Estigarribia casi llegaron al gol. Ortigoza anda peleado y sus pivoteos no resultaron efectivos, aunque estrelló un balonazo al travesaño antes que se abriera la cuenta.

El trámite de estudio se equilibró y al cero mandó en el primer tiempo.

En el complemento, Cerro quiso ser Ciclón y Luis Leal se mandó un golazo de tiro libre. Sin embargo, rápidamente Rubio Ñu encontró la paridad en su mejor hombre: Iván Ramírez, quien también convirtió un tanto de buena factura tras rematar una habilitación de cabeza de Diego Godoy. Cerro metió más cambios ofensivos. Rubio Ñu replicó con la inclusión de Fabio Escobar, este fue gestor de varios contragolpes y aprovechó la distracción fatal de la defensa azulgrana para conectar en tiempo de descuento un golazo con golpe de cabeza, que infló la rabieta de los cerristas que fueron al Defensores.

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