Las instalaciones de las antenas radiobases siguen generando una serie de inconvenientes a las compañías telefónicas encargadas de brindar conectividad en el país. Resulta que algunos municipios no dejan que las telefonías instalen estos aparatos, porque mencionan que pueden traer consecuencias nocivas para la salud.

Ante esta problemática, Raúl Ibáñez, gerente de Relaciones Interinstitucionales de Tigo, señaló que tienen previsto una serie de reuniones con autoridades municipales a fin de llegar a un acuerdo y demostrar a la ciudadanía que estas antenas no traen ningún perjuicio. "Lo que pretendemos es brindar un mejor servicio a nuestros usuarios y sin las instalaciones de estas antenas no lo vamos a poder hacer", sostuvo Ibáñez. Dijo que ante esta problemática existente con algunas localidades, se dilata la posibilidad de una mejor conectividad, mucho menos la instalación de la tecnología 4G.

En ese sentido, cada telefonía adjudicada por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para brindar tecnología 4G, Tigo y Claro, tienen proyectado invertir unos 100.000 dólares para cumplir con los requisitos requeridos por el ente regulador, de los cuales una gran parte de esa inversión será destinada a gastos sociales como, por ejemplo, dotar de equipos informáticos a instituciones educativas, instalación de telecentros, aparatos informáticos para personales de seguridad, computadoras para alumnos sobresalientes, entre otros.