Se asoma una nueva propuesta como estilo de construcciones semiesféricas aptos para uso habitacional, fines educativos, de salud y hasta turísticos. Se trata del iglú tropical, por el clima nacional, ya que generalmente son usados por los esquimales en zonas heladas como Antártida y Alaska, que empezó a implementarse en el país desde unos pocos años.

Resultan hasta 50% más económicas ante las casas convencionales que responde a la figura geométrica cúbica, por que no se necesitan 4 paredes más un techo, ya que la forma elíptica requiere una sola estructura que se compone de ambas cosas, según el arquitecto que empezó a desarrollarlo, Jorge Farías. "La idea de este tipo de proyectos es la de generar una política ya sea habitacional como para otros fines, como comunidad organizada y de esa forma proveer de mayores recursos a personas o instituciones con dificultades para la concreción de una estructura", señaló el profesional.

Argumentó, además, que el ahorro se refleja en los materiales, pues solo necesita de arena, cemento, ladrillos, varilla y agua para la construcción, así como la comodidad que como cualquier casa convencional, ya que se puede adaptar todo tipo de tecnología y que son seguros, por la capacidad de esquivar fuertes temporales.

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INVERSIÓN

En cuanto a los costos, mencionó que se estima en G. 600 mil el metro cuadrado, incluyendo ya los materiales y la mano de obra. Ejemplificó que la edificación de una casa iglú de 100m2 costaría G. 60 millones, mientras que una tradicional de las mismas dimensiones cuesta G. 120 millones.

Las dimensiones varían en función a los requerimientos de la familia que estaría habitando, partiendo en el caso de una familia estándar con 2 habitaciones, sala, cocina comedor y sanitario necesita de 8 mts de diámetro. En el país ya existen 6 edificaciones en Encarnación, Areguá, Caacupé e Itacurubí de la Cordillera.

AMPLIACIÓN

También sirve como ampliación de vivienda, como es el caso de Juani Cañete, pobladora de Encarnación, en el barrio Mboi Cae, a quien el argentino Farías comentó del proyecto y le pareció interesante. "Me animé usarlo como prueba para un proyecto que tengo para la construcción de un hostal con iglúes y materiales reciclados", comentó. Agregó que para esta primera etapa lleva invertido G. 10 millones para el efecto y que le resultó más económica que una vivienda tradicional.

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