Cinthia Carolina Escobar Almada le dejó sus tres hijos de 11, 9 y 2 años a su amiga Gladys Franco. "Me dijo que iría a Asunción a hacer sus papeles", contó la mujer.
Ese mismo día, el 22 de enero pasado, llamó a su papá para reclamarle que hubiera hecho la denuncia sobre la desaparición de sus nietos.
Estaba desesperada. Desde ese momento sus familiares le perdieron el rastro.
Hace 15 días se habían separado con Esteban David da Silva González y temía por su vida. Franco contó que le dijo que debía escaparse de él: "Sino me va a matar", declaró ante el fiscal que le dijo Cinthia.
Si se tiene en cuenta que los forenses dijeron que los restos llevaban al menos 48 horas sin vida, es posible inferir que quizá esa noche, o al día siguiente se produjo el brutal ataque que hoy conmueve a todo el país.
El martes 26 al mediodía, el cuerpo de la mujer fue encontrado descuartizado, sin la cabeza y sin los órganos, en el barrio El Progreso de Villa Hayes.
Un vecino, Silverio Duarte fue hasta el lugar, curioso por el olor nauseabundo que provenía de un callejón cercano a su casa. Grande fue su sorpresa al encontrarse con un bulto en el interior de una bolsa. Al pensar que se trataba de un animal muerto, cavó un pozo para enterrarlo y cuando se disponía a depositar la carga en el mismo, un pie humano se cayó del envoltorio.
"Hay algunos elementos que conducen que él es el autor del hecho, son indiciarios... pero faltan más", dijo el fiscal Jorge Figueredo en relación a Da Silva González, marido de la víctima y principal sospechoso.
"Soy inocente y voy a demostrarlo", dijo escuetamente el acusado presentando la coartada de que sus compañeros camioneros pueden testimoniar que desde el 5 de enero él estaba hacia la zona de Pozo Colorado. El hombre no tiene antecedentes penales y se abstuvo de declarar ante el fiscal por recomendación de su abogado, Darío Caballero que deberá luchar para evitar al menos una condena de 30 años de prisión.
Los padres de Cinthia no tienen dudas, por la naturaleza violenta de su yerno que siempre les preocupó.