La ruta XI Juana María de Lara, con 87 kilómetros aproximadamente, que une los distritos de Santa Rosa del Aguaray, San Pedro de Ycuamandyyu, Nueva Germania hasta Puerto Antequera, en el departamento de San Pedro, esta minada de pozos que generan peligro mortal a los conductores.
Por falta de control de peso, ya que no existe bascula del Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones (MOP), los camiones de gran porte circulan en la mayoría de los casos con sobrepeso, ocasionando que el asfalto se destruya een casi todo el trayecto.
En época de cosecha de soja o maíz es cuando más se destruye la ruta, porque varios camiones transitan con sobre carga llevando las cargas hasta los silos a orilla del Rio Paraguay en el distrito de Puerto Antequera.
Los pobladores ya están cansados de tantas promesas de las autoridades, que en varias ocasiones aseguraron que se iba a reparar el camino y habilitar una báscula permanente en la zona. Sin embargo, hasta este momento no se avizora ni lo uno ni lo otro. Lo que sí cada día se multiplican son los pozos en diferentes lugares de la ruta ocasionando permanentes accidentes de tránsito.
A la altura de San Pedro de Ycuamandyyu, el deterioro de la capa asfáltica se debe también a la falta de vías alternativas en condiciones para los vehículos pesados. El camino alternativo actualmente utilizado no cuenta con pavimento, a lo que los vehículos transitan con mucha polvareda, que impide divisar el camino, incluso en más de una ocasión ya se produjeron choques entre los camiones por falta de visibilidad.
Ante esta situación, en la mayoría de los casos los choferes deciden transitar por las calles del casco urbano de San Pedro, destruyendo todas las calles que no están preparadas para los vehículos pesados, además del peligro que genera a la población.
Alberto Benítez, poblador de San Pedro de Ycuamandyyu, menciono que "ya muchas personas se accidentaron a consecuencia del mal estado de la ruta, hace poco un motociclista se cayó en uno de los pozos del asfalto, su motocicleta se partió, mientras él se salvó de milagro y gracias a que tenía puesto el casco protector, también un automovilista como era de noche no se percató del pozo y atropello casi volcó su automóvil, por eso entre los vecinos se juntaron para tapar con arena y asada, ante que suceda algún accidente fatal".
María Maldonado, otra pobladora, dijo que genera mucho peligro porque tienen sus casas al costado de la ruta y con la situación en que se encuentra el trayecto, los vehículos pueden volcarse e ir a impactar contra las viviendas, donde además hay muchos niños.