Por Aldo Riquelme
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Durante la madrugada del lunes 25 de enero del 2010, Salvador Cabañas, delantero del Club América y de la selección paraguaya, recibió un balazo en la frente, en el centro nocturno Bar Bar, ubicado en Insurgentes Sur, colonia Florida, al sur de la ciudad.
"Chava" fue llevado al Hospital Los Ángeles en estado de coma, fue intervenido quirúrgicamente y permaneció en el área de terapia intensiva. El suceso conmocionó al fútbol nacional e internacional, no sólo estaba en coma su carrera futbolística, sino su propia vida.
En nuestro país el amanecer y transcurso de ese lunes se desarrollaba en medio de una de las peores noticias que afectó al fútbol paraguayo, "gordiño", como lo llamaban en Brasil, estaba grave, el pais y el mundo rezaba por su recuperacion.
El incidente llegó justo cuando rumores de su salida del América del fútbol mexicano, lo colocaban en el Manchester United de la Premier League. A la par la selección paraguaya de fútbol vivía un gran momento futbolístico, y ya clasificado al mundial de Sudafrica 2010 aspiraba a ganar la copa con esa magia que el "chava" tenía a la hora de tocar el balón.
Cabañas presentó pérdida de memoria, se lo internó más de un mes en el nosocomio, se sometió a 5 horas diarias de terapia cognitiva, física e hidroterapia. Apesar de los esfuerzos por regresar a las canchas, el "mariscal" de la selección presentó secuelas que le impidieron volver al fútbol, ya que aún lleva alojada la bala.
El 18 de enero del 2011 fue detenido José Jorge Balderas, "El J.J.", quien disparó en la cabeza a Salvador en el Bar-Bar, se lo capturó en Bosques de las Lomas, en la Ciudad de México.
Cabañas dejó un legado de 10 goles en en 44 partidos con la selección paraguaya, 125 goles en 218 partidos con Jaguares de Chiapas y América en la Liga mexicana de fútbol.
Salvador Cabañas Ortega, una persona con suerte de vivir una revancha en la vida.