En la mañana de este domingo culminó el velatorio de la artista plástica Lotte Schulz, que falleció en la noche del viernes a los 90 años. En vida fuera reconocida como Maestra del Arte por su producción, por El Cabildo, y muy destacada en el medio por su aporte al acerbo del Museo Nacional de Bellas Artes.
Tras su muerte, el viernes en horas de la noche, sus restos mortales fueron velados en el local del Museo Nacional de Bellas Artes, lugar al que asistieorn cientos de personas que despidieron por última vez a la artista.
Nacida en Encarnación en 1925, Lotte logró una basta formación que incluyó varios cursos en el extranjero, como estudiar dibujo y pintura en Curitiba, Conservación y Restauración de obras de arte en la Universidad Internacional del Arte en Florencia, Italia, y en el Instituto Central de Roma, Cultura Italiana en Siena, Grabado en metal en New Jersey Collage USA, y Cerámica con el Ingeniero Edward Allen.
Desde fines de la década de 1950 la artista se dedicó a participar en exposiciones individuales y colectivas, de pintura y de grabados, en Paraguay y fuera del país.
Su cuerpo fue velado ayer en horas de la mañana en el Museo Nacional de Bellas Artes, institución que estuvo a su cargo por un tiempo y donde realizó un gran aporte. Cabe recordar que recientemente un retrato suyo, realizado por el artista Fernando Grillón en 1971, fue donado por su hija Inés Pérez Schulz a dicho Museo.
SU PRODUCCIÓN
"Su trabajo era muy sofisticado, casi oriental, casi japonés sobre todo. Tenía la finura de la línea y del color de la figuración japonesa", comenta Ricardo Migliorissi, artista plástico del ámbito local que estuvo presente ayer durante el velatorio.
OTRAS ARTES
"Lotte para mí es una figura importante dentro de las artes del Paraguay, sobre todo porque aporta una visión particular a aquellas otras artes, no solo a la cuestión de lo que se podría llamar el arte erudito, sino que también mira aquellas expresiones de arte indígena, de arte popular, que también ella recolectaba como obras importantes a ser vistas, a ser consideradas", comenta la curadora Lia Colombino.
"En lo personal fue también una figura importante, porque ella fue en algún momento muy importante para mi papá. Ella le regaló a mi papá sus primeras gubias, que son los instrumentos con los que se graba la madera", agrega la hija de Carlos Colombino.