Por Lucía González

Si bien la vida no es fácil para los que recién llegaron al barrio, los vecinos que ya lograron aclimatarse en el Complejo Habitacional Las Colinas, ubicado en la Compañía Ñu Po'í de Itauguá, dan ejemplo de la lucha para los nuevos huéspedes. Algunos ya tienen sus despensas instaladas, pequeños salón de belleza, mercería, para quien quiera comprarse ropas, o bien un servicio de mecánica, albañilería y electricista.

Para los que huyeron de la crecida del río y se instalaron hace más de un año, el único secreto para lograr estabilizarse en el lugar es el trabajo duro para salir adelante.

Alfredo Gaboto es uno de ellos y comentó que aún le resulta difícil estabilizarse, debido a que es separado y tiene cuatro hijos a quienes mantener. "La vida no es fácil, como todos dicen. No tenemos colectivo hasta tarde, pagamos 6 pasajes en total para salir y regresar. No tenemos la preparación para ganar bien y los niños no esperan. Yo trabajo como albañil en Ñemby y me quedo porque de lo contrario lo que gano no traigo a mi casa", relató.

A su turno, Antonio Barreto ,junto a su esposa Estela Núñez, comentó que viven en el complejo hace 11 meses y si bien la vida les resulta aún difícil, la lucha es diaria para superar la mala racha del momento.

"No es fácil nada, no hay escuelas, colectivos hasta tarde, la luz es cara. Pero aún así luchamos, nos esforzamos, nos endeudamos y armamos un almacén, para que mi esposa pueda ayudar desde la casa con los niños. Yo afortunadamente tengo mi moto con la que salgo de acá hacia la ciudad para trabajar", expuso el lugareño.

Por su lado, Baldovina Aguirre dijo que su vida cambió por completo en comparación a cuando vivía en el barrio Trinidad. "Agradezco al presidente (Horacio) Cartes porque gracias a él tengo esta casita tan linda, que no tenía cuando vivía en Trinidad. Yo con mucho sacrificio consigo mis cosas, tengo ahora mi mercería. Gracias al apoyo de Tekojoja recibí en una ocasión 1.600.000 guaraníes y desde esa vez me levanté", dijo la señora.