Sara Amapola Insfrán Torres, de dos años, murió el miércoles tras permanecer por varios días en terapia intensiva, luego de sufrir una descarga eléctrica en la plaza Agustín Van Aaken de Ciudad del Este.

Esta mañana, una comitiva fiscal y de funcionarios de la ANDE fue hasta ese lugar para recabar más datos acerca de la desidia que terminó con la vida de la pequeña.

Carlos Román, jefe regional del departamento comercial de la ANDE, señaló que tras la tragedia, al día sigueinte ya habían elaborado un informe sobre la situación en la plaza.

"Lo que constatamos en esa fecha fue que los cables ya no estaban, pero sí había indicios de una conexión interna de un alumbrado ornamental a un reflector que da al árbol", expresó el experto.

Román agregó que la plaza incluso cuenta con conexión directa de electricidad, ni siquiera tiene medidor. Expresó además que estos datos fueron incluídos dentro del informe.

En el lugar explicaron que ni siquiera tenían una llave general, para cortar la electricidad en caso de una tragedia como la ocurrida con la niña. Para peor, manifestaron que en aquella primera revisión, tras la electrocución, se percataron que los cables cruzaban bajo tierra, sin ningún tipo de protección.