La mudanza de varias familias desde los refugios al suelo que ahora empieza a secarse ya es un hecho. "El río va a seguir subiendo y queremos evitar el ajetreo de las familias en volver a sus casas y luego a los refugios", advirtió Joaquín Roa, titular de la Secretaría de Emergencia Nacional. Sin embargo, esto no parece disuadir a quienes tienen decidido retornar a la zonas inundables.

El retroceso de las aguas da lo que es calificado por el ministro Roa como una "falsa sensación de alivio" entre las 17.000 familias desplazadas por los efectos de las crecidas. Pero es el temor a los hurtos, robos y daños a sus hogares o pertenencias es lo que los empuja principalmente la vuelta, según reconoció ante la prensa Víctor Hugo Peralta, de Consejo Municipal de Emergencias y Desastres de Asunción (Comueda).

Retener los damnificados en los refugios parece una tarea que cada vez se vuelve más difícil, sobre todo cuando hoy desde Comueda reconocieron que no cuentan con la solvencia suficiente para hacer frente a los gastos que significa la manutención de estos espacios en condiciones sanitarias mínimas.

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