Buenos Aires, Argentina. AFP.

La muerte del ex fiscal Alberto Nisman que investigaba el atentado al centro judío AMIA en 1994 y había denunciado a la ex presidenta Cristina Kirchner, sigue sumida en el misterio y divide a los argentinos entre la exaltación y el desprecio al cumplirse el lunes el primer aniversario.

En el 2015, un año electoral que marcó un abrupto giro de la política argentina, el destino de Nisman, fallecido a los 51 años, dividió aguas incluso entre sus colegas del Poder Judicial.

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"Vemos con mucha necesidad el esclarecimiento de su muerte. La sociedad argentina y el mundo están a la espera", dijo a la AFP Ariel Cohen Sabban, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

La DAIA, organismo político de la comunidad judía, la mayor de América Latina con 300.000 miembros, convocó a prender "velas por Nisman" en un acto para "reclamar justicia" el lunes próximo en la plaza Alemania de Buenos Aires.

Nisman, encargado durante más de una década de investigar el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que causó 85 muertos y 300 heridos en 1994 en Buenos Aires, apareció muerto de un disparo en la cabeza el 18 de enero del 2015 en el baño de su apartamento en el exclusivo barrio de Puerto Madero.

Junto a su cuerpo estaba una pistola Barsa 22, de donde salió la bala, y que el fiscal había pedido prestada a un colaborador de su Fiscalía, el asesor informático Diego Lagomarsino, el único procesado.

"Nisman era la persona que más conocía de la causa AMIA, entendemos que seguramente su muerte está relacionada con el atentado", dijo Cohen Sabban quien reveló que se reunió con Nisman 72 horas antes del deceso. "Se lo veía nervioso, muy tenso y muy preocupado", aseguró.

El ex fiscal venía de denunciar a la ex presidenta Kirchner (2007/2015) por encubrir a iraníes señalados de idear el atentado a la AMIA. Esa denuncia luego fue rechazada por "inexistencia del delito" en varias instancias judiciales.

Según Kirchner, el acuerdo que según Nisman era para encubrir iraníes, tenía como fin que jueces argentinos pudieran indagar en Teherán a los acusados, entre ellos el ex presidente Ali Rafsanjani. Ese pacto fue declarado inconstitucional en diciembre pasado en Argentina. Al día siguiente de su deceso, Nisman debía ampliar su acusación ante el Congreso.

Pese al terremoto institucional que provocó el caso, no fue determinante en la derrota electoral del kirchnerismo, estimó Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría.

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