Texto y Fotos por Natalia Santos (nataliasantos@lanacion.com.py).

Encender la chispa emprendedora en los jóvenes es el objetivo del programa Escuelas Autosostenibles de Fundación Paraguaya. La construcción de un futuro que rompa con la cadena de pobreza se cimenta en una formación técnica de calidad y libre de subsidios. Las admisiones para las clases se fueron realizando desde diciembre, pero en San Pedro aún hay tiempo de inscribirse hasta los primeros días de febrero.

¿Una herramienta para arar y sembrar futuro? La formación técnica-emprendedora que permita a los jóvenes no sólo superar su propia pobreza, sino mirar más allá y contagiar a su familia y su comunidad. Eso es lo que se busca con la filosofía "Aprender haciendo", pilar práctico del programa Escuelas Autosostenibles.

El principal puntal de este trabajo es la Escuela Agrícola San Francisco -creada en 1962 y ubicada en Cerrito, Chaco- que en 2002 pasó de manos de la Congregación de los Hermanos La Salle a la Fundación Paraguaya. El funcionamiento cambió. Las unidades didácticas pasaron a ser unidades productivas y el ingreso que generan, la rentabilidad que generan, ayudan a cubrir los costos. Así funcionan el Hotel-Escuela Cerrito (atendido por los estudiantes bajo supervisión adulta) y varias unidades productivas agropecuarias. El éxito de estos negocios ha demostrado la eficacia del modelo promovido por el programa, que consiguió así ser 100% autosuficiente.

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"El hotel-escuela no solo paga el 100% del salario de todos los profesores, sino que deja para otros gastos", mencionó Martin Burt, Fundador y Director Ejecutivo de Fundación Paraguaya. La ganancia del año pasado fue de alrededor del 40% y es nuevamente reinvertida en la granja, la huerta y el hotel, según señalan los responsables.

"Este tipo de educación tiene un costo muy elevado, sin embarco con la metodología que tenemos la cuota es mínima y ellos tienen su alojamiento, su comida, sus uniformes, sus cinco comidas diarias garantizadas", explicó el Lic. Luis Cateura, Gerente del Programa Escuelas Autosostenibles de la Fundación Paraguaya.

Cateura destacó que el sistema implementado, de prácticas profesionales durante la formación, le permite al estudiante -sobre todo proveniente del campo- adquirir conocimientos técnicos, mejorar sus habilidades sociales, sus capacidades de comunicación y la manera en que se relaciona interpersonalmente. Esto redunda en una mayor posibilidad de inserción laboral inmediata una vez que se gradúe.

Luis Cateura, Gerente de Escuelas Autosostenibles. Foto: Natalia Santos.

Modelo a seguir

Castellano, inglés guaraní, química, física son materias de la malla curricular del Hotel-Escuela, que cumple con todos los requisitos del Ministerio de Educación. En la parte técnica se estudia administración turística, turismo, ecoturismo, hotelería, gastronomía, economía, informática, contabilidad y marketing.

"Trabajamos con el plan maestro del desarrollo económico y social del Ministerio de Agricultura y Ganadería como base de apoyo para nuestros docentes, porque en esta escuela lo particular es que los alumnos vienen de casi todo el país", remarcó Cateura. Señaló que eso le sirve al alumno para identificar los trabajos que se realizan en su zona de origen y más tarde -al graduarse- puedan trazar sus negocios, emprendimientos y alianzas teniendo en cuenta esa información.

Los estudiantes de Cerrito no sólo provienen de varios departamentos de Paraguay (tanto de zonas rurales como urbanas), sino también de Argentina, Bolivia, Haití y Ecuador. "De varios países quieren llevar el modelo. Entonces se encuentran con que no tienen profesionales que van a entender cómo funciona esto. Entonces los envían para que se formen con nosotros y vayan a reproducir allá", señaló Martin Burt.

En 10 años, la escuela ha generado aproximadamente 450 egresados, algunos de ellos que fueron a la universidad, volvieron como docentes, según Cateura.

El modelo se busca replicar también en otros centros de formación dentro del territorio nacional como la Escuela Agrícola de Belén (cedida por Aldeas Infantiles SOS en 2010), la Escuela Agrícola de San Pedro (transferida en 2011, por el Obispado de San Pedro), el Centro Educativo Mbaracayu (ubicado en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayu), que funciona en alianza con la Fundación Moisés Bertoni y está destinada a la educación de jóvenes mujeres rurales e indígenas exclusivamente.

Mi escuela, mi negocio, mi futuro

En la escuela todos los días son días de trabajo. En San Francisco, los jóvenes aprenden de todo. En la cría de cerdos se les enseña sobre el manejo de marranas, la asistencia al parto, cuando la hembra está en celo y hacen asistencia de parto, donde hasta cortan el cordón umbilical, descolmillan, cortan la cola y se encargan de los lechones hasta su comercialización. En el tambo se ordeñan 17 vacas por día, tarea que empieza a las 4 de la mañana.

"Esta actividad ocurre en Navidad, Año Nuevo, Semana Santa. No se corta nunca. El chico al que no le gusta ese régimen debe buscar otra actividad. Acá va a aprender cuánto cuesta, cuanto ganás cuánto representa en dinero cada lechón. Todo es por registro", resumió el Lic. Cateura.

Mauro viene de Tacuati y es el encargado del ordeñe. Su trabajo da como fruto 70 litros de leche por día, divido en tandas para entregar. Comparte la tarea con un compañero que es de Fernando de la Mora, que antes no sabía montar al caballo y ahora ya no hay diferencia entre las habilidades de los dos. De este amigo aprendió también muchas cosas, cosas de los chicos de ciudad: el whatsapp, el uso de la computadora, las redes sociales.

Los encargados de los galpones de pollos parrilleros son tres y tienen la misma edad: 17. Provienen del sector rural (General Elizardo Aquino, Choré, San Pedro). Dicen estar muy contentos con lo que aprenden, aunque reconocen que no les gusta Historia. Un poco más lejos, otros dos jóvenes, ella cuida a las cabras y él se ocupa de los conejos, que se venden como pieza a los chef o como mascotas. La fábrica artesanal de productos lácteos se suma al conglomerado. Dentro de toda esta cadena productiva, también está la generación de humus de lombriz. En la escuela nada se pierde, todo se transforma. Y eso se va incorporando al quehacer de los alumnos.

Quebrar la cadena de pobreza

"Los estudiantes de nuestra Escuela Agrícola San Francisco ganaron nuevamente el premio "Mejor Productor del Año" con cuidado al Medio Ambiente del Agroshopping. Un logro de ellos, un logro de todos los paraguayos. Una Educación que se paga a sí misma es posible". De esa manera festejaba Bruno Vaccotti, Gerente de Educación Emprendedora, el éxito de los chicos.

Es que la idea de las escuelas autosostenibles no es solamente enseñar a pescar, es también aprender juntos a vender el pescado.

"Como programa de Educación Emprendedora, somos la apuesta más audaz encarada desde el sector no gubernamental de todo el país. ¿A qué me refiero con esto? No existe otra organización sin fines de lucro que tenga nuestro alcance en todo el territorio nacional", comentó Vaccotti.

En 2015, trabajaron con 1127 escuelas y colegios de todo el territorio nacional. Estas escuelas y colegios son oficiales y subvencionados en un 98% de los casos. Los programas educativos de Fundación Paraguaya están -según Vaccotti- orientados a posicionar al joven como el punto de ignición de la salida de la pobreza de sus familias.

"Buscamos quebrar un eslabón dentro de la cadena de la pobreza: "Como mi padre fue pobre y el padre de mi padre es pobre, yo seré pobre y mis hijos lo serán también". La Fundación Paraguaya durante 30 años ha estado rompiendo estos eslabones de "pobreza genética", demostrando que la fuerza para salir adelante se encuentra en las comunidades vulnerables".

"Tenemos unos 14 programas educativos el día de hoy, llegamos a más de 55.000 beneficiarios directos por año, de entre 10 y 65 años, con programas internacionales aplicados a la realidad nacional, con programas propios generados por nosotros y la alegría que desde Paraguay hemos exportado programas educativos a más de 20 países", destacó Vaccotti.

A esto se suma que el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aprobó una donación de US$1.000.000 para el proyecto "Programa de Escalamiento de Emprendimientos Juveniles en Paraguay". El mismo será ejecutado por la Fundación Paraguaya de Cooperación y Desarrollo (FP).

El proyecto busca fortalecer las capacidades de negocios de 5,000 jóvenes de escasos recurso de entre 18 y 20 años, en zonas rurales y urbanas, ofreciéndoles cursos especializados para prepararlos para el trabajo, y capacitación técnica y de formación empresarial para que empiecen sus propios negocios. Este proyecto generará 850 nuevos emprendimientos sostenibles de jóvenes de escasos recursos, fortalecerá 1,650 negocios de máximo un año de existencia, proveerá crédito a 2,000 jóvenes, y formará a 200 jóvenes para ser microfranquiciados.

Para saber: El periodo para ingresar a la Escuela Agrícola Autosuficiente "San Francisco" y la Escuela Agrícola de Belén ya se cumplió, pero aún está habilitada la inscripción para la Escuela de San Pedro. (Ver requisitos: http://www.fundacionparaguaya.org.py/?page_id=355)

Para más información contactarse al:

Escuela Agrícola San Francisco: (0271) 272 223 – 272749

Escuela Agrícola de Belén: 0971 – 809 168 / 0981 – 498 280

Centro Educativo Mbaracayu: (034) 720-147

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