El viceministro de Seguridad Interna, Javier Ibarra, renunció en la tarde de ayer luego de que el ministro del Interior, Francisco de Vargas, le pidiera que deje el cargo, según confirmó el propio Ibarra.
En horas de la tarde ayer, De Vargas mantuvo una reunión con el jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, Juan Carlos López Moreira, y posteriormente le solicitó su renuncia al viceministro Ibarra a quien días pasados le robaron armas de guerra de un vehículo blindado, propiedad del Ministerio del Interior, que estaba a su cargo.
Las tres armas de guerra, una pistola y dos cargadores le fueron robados días pasados del interior de una camioneta maraca Hyundai, color negro, que estaba estacionada frente a la residencia de su madre, situada en la ciudad de San Lorenzo. El hecho lo descubrió cerca de las 4:00 cuando su custodia fue a buscarlo.
Las armas fueron recuperadas rápidamente de una vivienda ubicada en el barrio Ricardo Brugada (Chacarita) y fueron detenidos dos sospechosos, Alfredo Martínez Zárate (23) y Arsenio Erico Alvarenga (23). El primero no registra antecedentes, pero el segundo cuenta con entradas a la cárcel por asociación criminal, hurto, reducción, estafa y violencia intrafamiliar, según informaron.
Ibarra dijo a los medios de comunicación que su cargo siempre está a disposición y que esperaba que le pidan su renuncia. Indicó que ante los cuestionamientos a su gestión tras el robo era mejor dejar el cargo.
VOTO DE CENSURA
El viceministro renunciante había recibido voto de censura de la Cámara de Senadores por amplia mayoría por una grabación dada a conocer tiempo atrás, que corresponde a una conversación de los senadores Arnoldo Wiens, Arnaldo Giuzzio y el ministro de la Senad, Luis Rojas, con Ezequiel de Souza, condenado por tráfico de drogas.
La misma había sido emitida por un canal y produjo un fuerte entredicho entre Ibarra y el ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Luis Rojas. En el mencionado material, que habría sido grabado en secreto el 5 de noviembre del 2014, De Souza acusaba a jueces, políticos, fiscales, policías y hasta a periodistas de estar involucrados en el narcotráfico en el norte del país. Aunque especificando solo algunos nombres de manera audible, afirmó que "no hay fiscal que no hayamos comprado" para poder llevar adelante el tráfico ilegal.
También aseguraba que "sin cobertura policial no se puede traficar nada en el Norte" y aludió a que el entonces agente fiscal del Ministerio Público, Javier Ibarra, habría recibido dinero del narcotráfico.