El rechazo de algunas familias hacia las viviendas construidas por la Secretaría de Acción Social (SAS), en el barrio Las Colinas de Itauguá, generó el debate. Mientras el ministro Héctor Cárdenas señala que los bañadenses "no aprovechan" el techo que se les da, la representante de los pobladores, María García, dice que "no pueden comer los ladrillos de las casas".
Unas 200 familias se mudaron en el año 2014 al barrio Las Colinas, de Itauguá, a 30 km de sus antiguas casas. Sin embargo, la SAS notificó que el 35%, unas 43 familias, abandonó las viviendas provistas por el Estado.
Esta situación generó el debate, principalmente en las redes sociales, sobre las soluciones que ofrece el Estado a las familias que cada año son víctimas de las inundaciones.
Cárdenas indicó que el 65% de los bañadenses reubicados desde el año pasado en Itauguá está aprovechando la oportunidad brindada por el Gobierno y se adaptó rápidamente. Aseguró que el lugar cuenta con todos los servicios básicos y destacó a las familias que aceptaron las viviendas. Expresó, además, que el proyecto del complejo habitacional Las Colinas fue una experiencia piloto, que buscó dar una solución definitiva a los pobladores de los Bañados.
El año pasado, debido a la crecida del río Paraguay, muchas familias fueron desplazadas de sus casas. La SAS, con recursos de la Itaipú, puso a disposición 181 viviendas.
El ministro detalló que 121 familias bañadenses aceptaron mudarse a las casas ofrecidas. Antes de firmar el contrato, dijo que la institución llevó a los beneficiados a conocer el lugar y todos dieron su "OK".