POR ROSALINO DUARTE

La reelección presidencial es un tema que sale nuevamente al tapete, a pesar de que la administración del actual titular del Ejecutivo ha llegado apenas a la mitad. Juan Carlos Mendonça (h) aborda esa posibilidad y asegura que la clase política tiene que darle un corte definitivo para evitar distracciones, inquietudes y principalmente una ingobernabilidad. Señala que, a ejemplo de la región y de los países de democracia avanzada, se debe incorporar esa figura y la salida es la enmienda constitucional. El profesional sostiene que este mecanismo no es antidemocrático como afirman muchos políticos y puede evitar mucho desgaste al mandatario de turno, quien podrá concentrarse mejor en gobernar el país, lo que redundará en beneficio de toda la población.

-¿Qué le parece el tema de la reelección?

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-Yo creo que es un tema que tiene que resolverse de una buena vez por todas, porque es una cuestión que distrae mucho la atención y provoca una situación de inquietud, de indefinición y, finalmente, de ingobernabilidad. Entonces, es algo que tiene que resolver en forma urgente. La clase política tiene que tomar una decisión definitiva sobre este tema. Me parece que en realidad hay en el fondo un consenso bastante generalizado con respecto a que la reelección no es una cuestión antidemocrática. La reelección está contemplada en la mayoría de los países de democracia muy avanzada.

-Acá se tiene una suerte de miedo a un segundo período.

-La reelección no se trata de algo antidemocrática, siempre y cuando se mantenga dentro de ciertos límites. Por ejemplo, una reelección después de un período como ocurre en la mayoría de los países. Es más, creo que hay consenso, en el sentido de que se puede incorporar una reelección dentro de nuestro sistema y no va a afectar el sistema democrático ni mucho menos. Yo veo que la clase política teme dar una ventaja a quien actualmente está ejerciendo el Poder Ejecutivo. Eso me parece que es lo que está obstaculizando la toma de la decisión.

-¿Éste puede ser un momento para tratar el tema?

-Creo que sí, porque cuanto antes se resuelva la cuestión es mejor. Si no, vamos a seguir con que constantemente transcurrido un cierto plazo del mandato presidencial, vuelve cíclicamente la discusión sobre la reelección y los mecanismos de la reelección; si se tiene que modificar la Constitución, si se tiene que hacer por enmienda, si se tiene que hacer la reforma. Eso distrae mucho el funcionamiento de la política.

-¿A su criterio esto se puede hacer a través de una reforma o una enmienda?

-No quiero pecar de plagiario, pero le voy a mencionar la opinión que tiene mi padre sobre este tema. Él ha estudiado el tema a profundidad y tiene una opinión que ha expuesto más de una vez de manera muy sólida, con muchos argumentos. Él (Dr. Juan Carlos Mendonça) dice que es posible cambiar la Constitución en la parte que se refiere a la reelección por la vía de la enmienda, no hace falta una reforma. Lo que dice el Artículo 290 de la Constitución es que se tiene que utilizar el procedimiento de la reforma cuando se trata de la duración del mandato de algunos de los poderes del Estado.

-¿Qué más dice al respecto?

-La duración del mandato, sostiene el Artículo 229 de nuestra Constitución, es de 5 años y eso es lo que no se puede cambiar por vía de la enmienda, sino que se tiene que hacer por la vía de la reforma. O sea, yo no puedo reducir el mandato de 5 a 4 años, o cosa por el estilo, si no es mediante la reforma. Entonces, la reelección no es lo mismo que la duración del mandato. La reelección es una institución distinta, diferente y tiene que ver con la posibilidad de que una persona sea reelegida por otro mandato más. Eso ya depende de la decisión del pueblo, pero el mandato dura 5 años y eso es lo que no se puede modificar, sino por la vía de la reforma.

-¿Alguna experiencia en la región u otros países más avanzados?

-No te se decir, porque resulta que cada país tiene sus mecanismos de cambio de la Constitución. Así es que no se si hay algún antecedente de modificación para la reelección a través de reforma o enmienda. Sin embargo, en la mayoría de los países, en las mejores democracias existe la posibilidad de la reelección. Por lo tanto, por lo menos una reelección existe, en la Argentina, existe en el Brasil, en los Estados Unidos, en Chile. Sin mencionar los países europeos que tienen un sistema parlamentario, donde la reelección no tiene límites, que es el cargo de Primer Ministro. El Paraguay es uno de los poquísimos países en donde la reelección no corre. Y es mucho problema desde el punto de vista político.

-¿Cuáles son esos inconvenientes?

-Y bueno, cuando faltan dos años para el vencimiento del mandato presidencial del presidente Cartes, ya empieza la contienda acerca de la búsqueda de un sucesor y eso no ocurre cuando hay reelección, porque lo normal es que el candidato sea nuevamente el que ejerce la presidencia del país. Eso hace que no se produzca esa lucha interna y la pugna acerca de quién va a ser el candidato.

-Se genera mucho desgaste...

-Eso es mucho desgaste para el gobierno actual, porque a más de dos años del vencimiento ya se empieza a pensar en su sucesor, lo cual le va haciendo perder poder, porque eso atenta muy fuertemente en contra de la gobernabilidad. Cada vez se va produciendo con mayor evidencia lo que se llama en Ciencia Política como el abandono. Es decir, el presidente de la República está siendo abandonado, incluso por gente de su propio partido, la cual que empieza a buscar un sucesor.

-Ese abandono también repercute en la población...

-Claro, porque el Presidente se encuentra sin posibilidades de hacer nada, va perdiendo poder, va perdiendo la posibilidad de lograr un apoyo sólido dentro de su partido, dentro de su grupo y desde luego del resto de los partidos políticos que cuando no hay reelección el presidente de la República se convierte automáticamente, tal vez no sea la expresión más feliz, pero se convierte en un cadáver político. El Presidente es el que tiene menos chances que cualquier ciudadano común, él tiene una prohibición que no puede salvar. Vale decir, se convierte en una persona que está fuera de la política y lo alejan de la política dos años antes o un año antes, cuando todavía es presidente de la República. Eso es muy negativo.

-¿Qué le parece la posible incursión de los ex presidentes Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo?

-Si se abre la posibilidad de la reelección para todos, me parece que tienen todo el legítimo derecho a presentarse, ¿por qué no? Todos tienen el legítimo derecho de intentarlo. Y volviendo al tema de la enmienda, debemos decir que en ese caso tiene que haber un referéndum. Eso quiere decir que tiene que tener la aprobación del pueblo. Hay una participación directa del electorado para decidir si quiere o no la enmienda. En el caso de la reforma son los convencionales constituyentes los que representan al pueblo que solo interviene de manera indirecta. No hay que temerle al mecanismo de la enmienda, acá se lo presenta como un mecanismo diabólico o antidemocrático y no es así. Los dos son mecanismos constitucionales y perfectamente democráticos.

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