El jugador uruguayo, Washington Sebastián Abreu Gallo; ya firmó su acuerdo formal para jugar esta temporada por Sol de América. El propio titular de Sol de América Miguel Figueredo y directivos estuvieron presentes apara la firma de dicho convenio.

Ya en su momento el titular "Danzarín" manifestó de una gran adquisición y que desatará una "Locura" en el fútbol paraguayo, y con el correr de los días y la presencia de Figueredo en Montevideo; se conoció efectivamente que aquel jugador que se fue a buscar; fue Sebastián Abreu, que ahora ya es jugador de Sol de América.

"El II Loco" en el fútbol paraguayo (el anterior "Loco" fue Gabriel González); jugó en varios clubes del mundo, entre ellos: River Plate, San Lorenzo y Rosario Central de Argentina; en Uruguay: Defensor Sporting y Nacional y después en: Gremio, Figuereinse y Botafogo; Real Sociedad y el Deportivo La Coruña en España y en México fue parte del Tecos, Cruz Azul, América, Dorados de Sinaloa, Monterrey, San Luis y Tigres.

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"El Loco" uruguayo nació en Minas, capital del departamento de Lavalleja, el 17 de octubre de 1976. Sus comienzos en el mundo del fútbol fueron en el club infantil Plaza Rivera de Minas. Luego pasó a Filarmónica, un humilde equipo familiar, dirigido por Iribarne Márquez y su tío, Rubén Abreu.

Sus primeros pasos en cancha de 11 se dieron en el Club Nacional de Minas en 1987. Cinco años más tarde debutó en ese club jugando contra Olimpia de ese mismo departamento y en un partido contra Las Delicias llegaría el primero de muchos goles.

El año del debut Sebastián también integró la Selección Juvenil de Lavalleja y en 1993 fue citado por Rudi Rodríguez a la Selección Uruguaya Sub 17 para jugar el Sudamericano de Colombia.

En 1996 participó en la Copa Libertadores y marcó 6 goles. Su equipo quedó eliminado en octavos de final contra Universidad de Chile en la tanda de penales, pero la actuación de Sebastián no pasó desapercibida. Dirigentes de San Lorenzo, uno de los "grandes" de Argentina, se interesaron y luego quedaron impresionados con su rendimiento en partidos del Campeonato Uruguayo.

Las primeras locuras

Llegó a San Lorenzo cuando el Torneo Apertura '96 ya había comenzado. Fue en ese club donde surgió el apodo con el que hoy todos lo conocen. Por su peculiar y extrovertida forma de ser terminó siendo "el loco" cuando de chico siempre lo llamaron "el Negro" o "el Flaco". Abreu debutó en un clásico frente a Boca en la Bombonera. El partido terminó empatado a 1 y el gol de San Lorenzo lo marcó Sebastián; así comenzó el idilio con los simpatizantes azulgranas.

En 1999 llegó a México para jugar en los Tecos de Guadalajara. El nuevo desafío lo superó de forma brillante anotando 29 goles en 35 partidos, consagrándose el máximo anotador del Torneo de Invierno 2000. A comienzos del 2001 regresó a San Lorenzo para saldar una cuenta pendiente: ganar el campeonato Argentino para el club de Boedo, luego de de 6 años de sequía. Integró un equipo inolvidable que batió dos récords: único equipo en ganar el campeonato con 47 puntos y en conseguir 13 victorias consecutivas. Sus goles contra Chacarita y Boca fueron vitales para la obtención del título.

Un gusto y un sueño cumplido

A mediados del 2001 Sebastián pudo cumplir un sueño: ponerse la camiseta del Club Nacional, equipo del que es hincha desde que nació. Su confeso fanatismo por Nacional lo llevó a ser reconocido y respetado por la hinchada antes de ponerse la camiseta alba.

La emoción más grande

Su segundo Mundial será recordado de manera especial por el Loco. Pese a no jugar muchos minutos, su penal decisivo ante Ghana le dio la mayor alegría deportiva a los uruguayos en los últimos 40 años. Por otra parte, por su experiencia y por simple naturaleza, junto a otros compañeros Abreu asumió un papel de líder en el joven plantel mundialista, y eso también tuvo su peso fuera de la cancha para consolidar un grupo muy fuerte. Esa destacadísima actuación de la Celeste lo llevó a convertirse, al igual que el resto de sus compañeros, en ciudadano ilustre de la ciudad de Montevideo, así como a recibir todo tipo de reconocimientos en su departamento natal.

Abuelos: deuda saldada

El domingo 24 de julio de 2011 Sebastián dio su primera vuelta olímpica con la camiseta celeste y cumplió una promesa que le hizo a sus abuelos antes de ser profesional. "No les fallé", dijo conteniendo la emoción, con las banderas de Lavalleja y Botafogo colgadas sobre sus hombros, antes de recibir la medalla de campeón. A esa promesa se refería.

El 24 de julio de 2011 Uruguay le ganó la final de la Copa América 3 a 0 a Paraguay. Con ese título, el mejor plantel uruguayo de los últimos 25 tuvo su merecido premio. A esa recompensa Sebastián le sumó haber cumplido la promesa que le había hecho a sus abuelos: ser campeón con Uruguay.

Sebastian Abreu, salundando a los chicos de la Escuela de de Fútbol de Sol.

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