El actual drama de las inundaciones afecta a toda la llamada selva paranaense y misionera que abarca los territorios de Brasil (especialmente los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul), Paraguay, parte de Argentina y de Uruguay, en sus territorios bañados por los ríos Paraná, Yguazú, Paraguay y Uruguay.

A escasos kilómetros antes de la confluencia con el Paraná, en el río Yguazú -16 km abajo de la central eléctrica- se erigen las imponentes Cataratas del Yguazú, consideradas una de las maravillas del mundo. "Las cataratas están rebosadas en su caudal", dijo Sánchez Tillería sobre el popular parque nacional ubicado en esta región azotada por las tormentas en pleno verano austral.

Las lluvias no se detienen y las inundaciones han llevado a formar cadenas de solidaridad con los miles de damnificados. Entre ellos se encuentran decenas de familias ribereñas aguas abajo de la represa. La hidroeléctrica no corre peligro. Desde que empezó a construirse en 1974 se consumieron 12,3 millones de metros cúbicos de hormigón, mientras que el hierro y el acero utilizados permitirían construir 380 torres Eiffel, comparó Sánchez Tillería.

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