Por Víctor González Acosta

Empresario del sector de la construcción, inmobiliario y hotelero.

La construcción se ha constituido sin duda en el gran motor del crecimiento económico en el año 2015, especialmente impulsado por el desarrollo inmobiliario en varios sectores en todo el país.

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Solo en la capital se encuentra en proceso de construcción más de un millón de metros cuadrados con una inversión que superan los mil millones de dólares americanos.

Los sectores que particularmente se han desarrollado son los edificios corporativos, retail, hotelería y residenciales de nivel medio alto y alto.

Este desarrollo de la industria inmobiliaria en nuestro país es producto, en gran medida, del derrame de la economía de la producción, especialmente de la gran generación de ingresos económicos por efecto de las exportaciones de los commodities y por efecto de las demandas genuinas en dichos sectores.

El gran desafío para el 2016 es mantener estos niveles de inversión que seguramente estará dirigido al sector residencial de clase media, donde efectivamente existe una demanda acumulada muy importante de por lo menos 160.000 unidades habitacionales.

Con el crecimiento de los últimos años se ha generado en el país la emergencia de una clase media importante y si sumamos a esto que Paraguay tiene una población mayoritariamente joven y, ademas, el creciente proceso de urbanización del país, están dadas las condiciones para que esta demanda habitacional sea sostenible en el tiempo.

Para el efecto se encuentra en proceso de gestión en el Congreso, una ley de incentivo a la vivienda del sector medio, que tiene el propósito de generar las condiciones de acceso a crédito de este sector, además del desarrollo de un mercado secundario y de capitales que proporcionará la dinámica y la sostenibilidad de la industria.

Este plan es impulsado por la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios juntamente con la Cámara de Diputados, el Banco Central del Paraguay, el Ministerio de Hacienda, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), Senavitat, la Asociación de Bancos, la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons) y la Cámara Inmobiliaria.

La implementación de esta ley generará las condiciones para hacer realidad el sueño de la vivienda propia a miles de familias de nuestro país que hasta este momento no la podían tener.

Sin dudas, lo más importante para una familia es el sentido de propiedad de una vivienda, esto dignifica y valora su propia existencia como unidad social. No hay nada comparable al orgullo y la sensación de seguridad que da la casa propia. Esta no solo tiene un valor monetario de inversión y de ahorro, sino le da a la persona un sentido de pertenencia y libertad.

Asimismo, este plan permitirá generar en el sector de la construcción, de manera directa e indirecta, miles de puestos de trabajo digno, tan necesario hoy, para nuestros jóvenes.

Es importante señalar que en otros países de la región, donde ya se ha aplicado exitosamente este plan, como México, Colombia, Chile, Uruguay y Brasil, se han logrado, además, entre otras cosas: reducir la informalidad y la segregación socioespacial, promoviendo la formalización urbana; mejorar la distribución de la oferta de vivienda en el territorio; elevar los niveles de acceso a los servicios públicos para las familias dinamizar la economía; y promover el crédito hipotecario y el ahorro nacional.

En el caso de nuestra ciudad capital, este plan permitiría repoblar la ciudad, permitir que la gente labore cerca de su lugar y ayudaría a descongestionar el caótico tránsito por efecto de la entrada y salida de la ciudad.

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