La huelga general con nutrido reclamos, cerró ayer a la tarde con una marcha desde los puntos de piquete hasta la plaza Juan E. O'Leary de Asunción, donde se realizó un acto de cierre con la evaluación de los dirigentes gremiales. La medida tuvo un bajo acatamiento del sector trabajador, según los mismos sindicalistas.
Asimismo, ratifican que las movilizaciones fueron pacíficas y que no hubo necesidad de la represión policial y señalaron que sólo quisieron hacerse escuchar al pueblo.
"Para nosotros fue positiva la huelga, el cierre protocolar fue a las 15:00 pero la protesta sigue hasta las 00:00 (de hoy), como ya se había anunciado. Recién mañana (por hoy) podremos hacer la evaluación general ya que nuestros compañeros ya están cansados por las casi 48 horas de vigilia constante", informó Bernardo Rojas, de la Central Unitaria de Trabajadores Auténticos (CUT-A) luego de finalizar el acto de protesta.
Por otro lado, Julio López, dirigente sindical, dio a entender que la protesta fracasó a causa de sus pares sindicalistas a quienes acusó de "vendidos". El dirigente explicó que a pesar del alto acatamiento del sector obrero, la huelga se vio resentida por la traición de algunos sindicalistas.
En tanto, los manifestantes afirman que el mensaje de protesta llegó a todos los paraguayos y pidieron disculpas por congestionar el tránsito y por la falta de buses en víspera de Navidad.
Un grupo de huelguistas se concentró frente al Ministerio del Trabajo y se unieron a los trabajadores de la línea 49, Limpeña SA, quienes se encuentran allí desde hace meses atrás, para solicitar la renuncia del ministro Guillermo Sosa.
"Fue un paro cívico, donde se unieron los trabajadores campesinos y de la ciudad, organizaciones sociales y políticas, no sólo sindicatos, por intereses comunes. Son múltiples los reclamos y todos se sintetizan en las necesidades del pueblo", señaló Najeeb Amado, dirigente sindical.